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Crimen de reportera marca hito para redes sociales

Por Sara Rafsky/Investigadora Asociada del programa de las Américas

Los asesinos de María Elizabeth Macías Castro dejaron esta nota. (AFP)
Los asesinos de María Elizabeth Macías Castro dejaron esta nota. (AFP)

Los asesinos de María Elizabeth Macías Castro dejaron claras sus intenciones. En una puesta en escena macabra y cuidosamente orquestada, colocaron su cuerpo delante de una nota siniestra. Cerca del cuerpo dejaron el teclado de la computadora, con un par de auriculares en su cabeza decapitada.

El asesinato de la periodista mexicana ocurrido el sábado en la ciudad de Nuevo Laredo marca un hito: es el primer caso documentado por el CPJ de un homicidio en represalia directa por labor informativa en redes sociales. Si la morbosa escena de crimen y los accesorios no eran suficientemente ilustrativos, la nota de los asesinos no dejó ninguna duda: “Ok Nuevo Laredo en vivo y redes sociales, yo soy la nena de Laredo y aquí estoy por mis reportes y los suyos…ZZZZ.” La firma “ZZZZ” sugiere un vínculo con el cartel de la droga de los Zetas.

Periodistas locales indicaron al CPJ que la nota se refiere al seudónimo utilizado por Macías en Internet, “La NenaDLaredo”, bajo el cual subió información sobre crimen en Twitter y en la página Web Nuevo Laredo en vivo. Animal Político, una publicación digital mexicana, informó que Macías moderaba el foro de chat de Nuevo Laredo en vivo, donde usuarios denunciaban con frecuencia al crimen organizado y a las autoridades. Según la publicación, el último comentario antes de su muerte fue: “Caceria de ratzzz si ven a donde korren esos DENUNCIELOS xfa!!”. Otro mensaje de la cuenta de Twitter de  Nuevo Laredo en vivo dijo, “REDADA DE LA POLICIA FEDERAL CORRETEANDO FALSOS TRAMITADORES POR PUENTE II, YA ERA HORA.11 PM<“. Aún no se pudo establecer cómo los asesinos de Macías descubrieron su identidad.

Macías, de 39 años, cumplía tareas informativas y administrativas para el diario local Primera Hora, reporteros locales indicaron al CPJ, aunque el diario no confirmó cual era su función. No sorprende que Macías eligiera publicar sus críticas anónimamente en Internet, en lugar de hacerlo en las páginas de su diario.  En todo el territorio mexicano, pero especialmente en el norte, la violencia implacable de los grupos criminales tiene aterrorizada y silenciada a la prensa local. Primera Hora, según un periodista local indicó al CPJ, no informa sobre la delincuencia desde hace años, ilustrando la regla y no la excepción.  Frente a esta censura generalizada y un vacio casi total de información, los ciudadanos mexicanos, y muchos periodistas, se están volcando a las redes sociales y a foros de Internet para compartir noticias e informarse.

Por lo tanto, no debería sorprender que los carteles de la droga estén poniendo el foco en Internet. El 13 de septiembre, los cuerpos de dos jóvenes, que no fueron identificados, aparecieron colgados de un puente peatonal en Nuevo Laredo. Informes de la prensa indicaron que las notas dejadas junto a los cuerpos advertían sobre no escribir en sitios Web.

En este contexto, donde la impunidad para crímenes contra periodistas es una constante, un editor mexicano indicó al CPJ que los periodistas están elaborando medidas para protegerse. Su publicación ha establecido algunas pautas para el uso de Internet. Entre ellas se incluyen reglas sensatas como sólo publicar información en redes sociales con el nombre genérico del diario y prohibir a los periodistas que suban información relacionada con la delincuencia en sus cuentas personales.

El asesinato de Macías, sin embargo, muestra que frente a grupos delictivos tan influyentes  y todopoderosos, el velo de anonimato en Internet ya no ofrece protección.