Nueva York, 7 de enero de 2009–El ataque el martes contra la cadena Televisa en la ciudad mexicana de Monterrey resalta la necesidad de una ley federal para proteger la libertad de expresión, indicó hoy el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés). Una ley que convertiría a los crímenes contra periodistas en delito federal está pendiente para debatir en el Congreso mexicano.
El director de noticias de Televisa en Monterrey, Francisco Cobos, señaló a la prensa local que los pistoleros dejaron un mensaje en el parabrisas de uno de los carros que se encontraba en el estacionamiento de Televisa advirtiendo: “Ya dejen de transmitir nada sobre nosotros. También transmitan a los narco mandatarios”, según informes de prensa.
“Los narcotraficantes están claramente utilizando a los medios de comunicación para difundir un mensaje de miedo y terror y para dejar claro a todo el mundo que informar sobre sus actividades tendrá consecuencias”, indicó Carlos Lauría, coordinador senior del programa de las Américas del CPJ. “El gobierno no puede permitir que grupos criminales silencien a los medios”.
No se registraron heridos pero al menos seis carros y el portón de la televisora resultaron dañados, indicó Cobos. La policía local, la policía federal y el ejército mexicano rodearon el edificio de inmediato luego del ataque y, según el diario El Universal, hubo despliegue de efectivos del ejército en otras dos estaciones de televisión de Monterrey, Azteca 7 y Canal 12 Multimedios. Las autoridades federales están investigando el incidente, según informes de la prensa local.
Un proyecto de ley que modificaría el código penal para que cualquier restricción del derecho de toda persona a la libertad de expresión se convierta en delito federal se debatirá en el Congreso el mes próximo. “Los mexicanos necesitan con urgencia un marco legal más adecuado que proteja el derecho humano básico a la libertad de expresión”, destacó Lauría. “Llegó el momento de que el gobierno mexicano adopte medidas inmediatas para asegurar que la sociedad pueda expresarse sin temor”.
Hasta no hace mucho tiempo, Monterrey era considerada una de las ciudades más seguras de México. Pero desde comienzos de 2007, la violencia se ha extendido a medida que los narcotraficantes, incluyendo el brazo armado del cartel del Golfo, los Zetas, luchan por el control de Monterrey y la ruta de tráfico hacia Texas. En mayo de 2007, dos reporteros de la cadena TV Azteca desaparecieron, según un informe especial del CPJ, titulado “Los Desaparecidos”, publicado en 2008.
México es uno de los países más peligrosos para la prensa en América Latina, según la investigación del CPJ. Desde 2000, 24 reporteros han sido asesinados, al menos ocho de ellos en represalia directa por su trabajo. Además, siete periodistas desaparecieron desde 2005.