Nueva York, 29 de octubre del 2003—El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) está preocupado por la salud de dos periodistas cubanos presos que se declararon en huelga de hambre el 18 de octubre en protesta por el maltrato a otro colega preso.
Mario Enrique Mayo Hernández y Adolfo Fernández Saínz, quienes están encerrados en la Prisión Provincial de Holguín, en la región oriental de Cuba, se han sumado a otros cuatro disidentes presos en una huelga de hambre que comenzó el 18 de octubre, según Maydelín Guerra Álvarez, esposa de Mayo Hernández. Los periodistas y disidentes protestan por el trato recibido por el periodista Iván Hernández Carrillo, quien fue enviado a una celda de castigo tras quejarse de un malestar.
Guerra Álvarez se enteró de la huelga de hambre el 19 de octubre, pero no pudo viajar a Holguín hasta el 27 de octubre. Aunque no le permitieron ver a su esposo, un oficial de la prisión le confirmó que Mayo Hernández había comenzado una huelga de hambre. El oficial se negó a brindar información sobre el resto de los presos declarados en huelga de hambre.
Mayo Hernández, Fernández Saínz y Hernández Carrillo fueron condenados a 20, 15 y 25 años de privación de libertad, respectivamente, por cometer actos contra «la independencia o la integridad territorial del Estado» y por violar la Ley 88 de Protección de la Independencia Nacional y la Economía de Cuba.
Esta es la tercera ocasión en que los periodistas cubanos presos se declaran en huelga de hambre. El 15 de agosto, Mayo Hernández comenzó una huelga de hambre para reclamar una mejor alimentación y una atención médica adecuada. Fernández Saínz y Hernández Carrillo, junto a otros activistas opositores, se sumaron posteriormente a la huelga de hambre, que culminó el 28 de agosto. Tres días después, los periodistas Manuel Vázquez Portal y Normando Hernández González, encerrados en la prisión de Boniato, en la oriental provincia de Santiago de Cuba, se unieron a otros disidentes en una huelga de hambre que se prolongó por una semana. Como represalia, Vázquez Portal luego fue trasladado a la prisión de Aguadores, también en Santiago de Cuba, mientras que Hernández González fue enviado a una prisión situada en la occidental provincia de Pinar del Río.
Los periodistas, quienes han sido ubicados en pabellones de máxima seguridad y son esposados cada vez que deben salir de sus celdas, han denunciado las malas condiciones sanitarias, la inadecuada atención médica, el aislamiento a que son sometidos y la falta de acceso a la prensa escrita y la televisión. También se han quejado de que los alimentos que reciben huelen mal o están en mal estado.
Mayo Hernández, Fernández Saínz, Hernández Carrillo, Vázquez Portal y Hernández González integran un grupo de 28 periodistas independientes que fueron detenidos como parte de una intensa campaña gubernamental en marzo. Los juicios sumarios de los periodistas, que duraron un día, se realizaron a principios de abril a puerta cerrada. El 7 de abril, tribunales de toda la isla dictaron penas de cárcel para los periodistas, que oscilan entre 14 y 27 años. Los periodistas permanecieron encarcelados en celdas del Departamento de Seguridad del Estado (DSE) hasta el 24 de abril, cuando la mayoría de ellos fueron trasladados a cárceles ubicadas a cientos de kilómetros de sus hogares.
En junio, el Tribunal Supremo Popular, el órgano judicial de máxima instancia, desestimó los recursos de casación que los periodistas interpusieron en abril y ratificó las condenas.