Nueva York, 18 de julio de 2011– El periodista Nery Geremías Orellana fue asesinado a tiros el jueves en el departamento occidental de Lempira, cerca de la frontera de Honduras con El Salvador, según informó la prensa local. Orellana era el gerente de la emisora local Radio Joconguera y un corresponsal para la emisora de inspiración cristiana Radio Progreso. Además era un miembro activo del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), una organización que se formó en oposición al golpe de estado de 2009 en Honduras, dijo el grupo.
Orellana, de 26 años, viajaba en su motocicleta en camino a la radio cuando fue interceptado por atacantes no identificados que le dispararon en la cabeza, informó la Prensa hondureña. El periodista fue encontrado aún con vida en la carretera entre los pueblos de San Lorenzo y La Candelaria y después de ser llevado a una clínica local, fue trasladado a un hospital cercano en El Salvador, donde falleció más tarde, indicó la prensa.
Mientras que Radio Joconguera transmite principalmente programas de música, Orellana les había dado espacio de la radio con regularidad a las misas de la Iglesia Católica y al FNRP, la informó la prensa. Además coordinaba un programa de noticias para la radio que con frecuencia denunciaba la corrupción local, según el padre José Amílcar, un sacerdote de la Candelaria, que ha criticado el golpe de estado y colaboró con el periodista. Amílcar indicó al CPJ que él y Orellana, junto con otro empleado de Radio Joconguera, recientemente habían recibido amenazas de muerte anónimas a través de mensajes de texto y que habían sido hostigados en la calle. Amílcar dijo que pensaba que la muerte del periodista podría haber sido “un mensaje para nosotros para hacernos callar.“
“Desde el golpe de estado, un número alarmante de periodistas han sido asesinados en Honduras, pero muy pocos responsables han sido enjuiciados“, dijo el subdirector del CPJ, Robert Mahoney. “Las autoridades deben investigar el asesinato de Nery Geremias Orellana y examinar todos los motivos posibles, incluyendo su actividad periodística”.
Es hora de que se pongan fin a este nivel de violencia sin precedentes contra la prensa en Honduras. “
El CPJ ha documentado una serie de ataques recientes contra periodistas en Honduras. El 20 de mayo, el propietario de un canal de televisión, Luis Ernesto Mendoza Cerrato, fue asesinado a tiros por tres sujetos encapuchados y armados con fusiles AK-47 en la ciudad de Danlí, departamento de El Paraíso. Tres días después, individuos armados no identificados dispararon e hirieron a Manuel Acosta Medina, el manager general de un diario hondureño. El periodista de televisión regional Héctor Francisco Medina Polanco fue asesinado a balazos el 11 de mayo en el departamento norteño de Yoro. En abril, Arnulfo Aguilar, director de Radio Uno en San Pedro Sula, fue emboscado por sujetos armados fuera de su vivienda. En marzo, por lo menos siete periodistas fueron hostigados, detenidos y víctimas de ataques violentos mientras cubrían una huelga de maestros que duró varias semanas, según investigaciones del CPJ. Durante el mismo mes, Franklin Meléndez, director de Radio Voz de Zacate Grande, fue baleado en represalia por su cobertura crítica sobre disputas de tierras.
Doce periodistas hondureños, incluyendo Nery Geremías Orellana, han sido asesinados desde marzo de 2010, al menos tres en represalia directa por su labor, según una investigación del CPJ. Un informe especial del CPJ de 2010 encontró que el trabajo de los investigadores hondureños fue inconsistente y negligente.