Nueva York, 24 de junio del 2004—Las autoridades cubanas otorgaron licencia extrapenal por motivos de salud a los periodistas presos Manuel Vázquez Portal y Carmelo Díaz Fernández en los últimos siete días. Los dos periodistas, quienes padecen de problemas de salud, formaban parte de los 29 periodistas encarcelados en Cuba desde marzo del 2003.
Vázquez Portal, escritor y periodista de la agencia noticiosa independiente Grupo de Trabajo Decoro, fue llevado a su casa en el barrio de Alamar, al este de La Habana, en la medianoche de ayer. Cumplía una condena de 18 años de cárcel en la prisión de Boniato, en la provincia oriental de Santiago de Cuba. El periodista padece de una enfermedad pulmonar similar al enfisema.
En mayo del 2003, Vázquez Portal escribió un diario en el que describía las duras condiciones en la prisión de Boniato. La esposa del periodista, Yolanda Huerga, logró sacarlo clandestinamente y entregarlo a la prensa extranjera. En reconocimiento a la labor de todos los periodistas independientes cubanos que tratan de informar en un clima de severa represión gubernamental, el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) le otorgó a Vázquez Portal uno de sus Premios Internacionales a la Libertad de Prensa en noviembre del 2003.
Díaz Fernández, periodista de la agencia noticiosa independiente Agencia de Prensa Sindical Independiente de Cuba (APSIC), fue enviado a su casa el 18 de junio. El periodista cumplía una condena de 16 años de cárcel y estaba recibiendo tratamiento médico contra la hipertensión arterial cuando fue liberado del hospital de un penal en La Habana. Díaz Fernández refirió al CPJ que, antes de liberarlo, le advirtieron que si se ponía bien de salud o no tenía una buena conducta, sería remitido de nuevo a la prisión.
De conformidad con el Código Penal cubano, los tribunales y el Ministerio del Interior tienen facultad discrecional para otorgar la licencia extrapenal durante el tiempo «que se considere necesario».
«Nos alegramos de que Vázquez Portal y Díaz Fernández estén en sus hogares con sus familias, pero seguimos sumamente preocupados por los demás 27 periodistas que permanecen en las prisiones cubanas», señaló Ann Cooper, Directora Ejecutiva del CPJ. «Instamos al gobierno cubano a liberar sin condiciones a todos los periodistas presos y a cesar el hostigamiento de los que están libres».
Antecedentes
Vázquez Portal y Díaz Fernández fueron encarcelados en abril del 2003 en una masiva campaña gubernamental contra la prensa independiente y la oposición política. Las detenciones de los disidentes políticos y los periodistas, quienes fueron acusados de ser «contrarrevolucionarios» al servicio de los Estados Unidos, comenzaron en marzo del 2003, durante la primera semana de la guerra de Irak.
Los juicios sumarios de los periodistas se llevaron a cabo el 3 y el 4 de abril a puerta cerrada. Algunos periodistas fueron juzgados según el Artículo 91 del Código Penal, que prevé largas sanciones de privación de libertad o muerte para todo el que actúe contra «la independencia o la integridad territorial del Estado». Otros periodistas fueron procesados por violar la Ley 88 de Protección de la Independencia Nacional y la Economía de Cuba, que dispone sanciones de privación de libertad de hasta 20 años para toda persona que cometa actos que «persiguen subvertir el orden interno de la Nación y destruir su sistema político, económico y social».
El 7 de abril del 2003, los tribunales de la isla anunciaron sanciones de privación de libertad de 14 a 27 años para los periodistas. En junio del mismo año, el Tribunal Supremo Popular, el tribunal de máxima instancia, rechazó los recursos de casación que los periodistas habían presentado y ratificó las condenas.
Los periodistas encarcelados, quienes están en pabellones de máxima seguridad, han denunciado las deficientes condiciones sanitarias, la inadecuada atención médica, el aislamiento al que son sometidos y la falta de acceso a la prensa escrita y la televisión. También se han quejado de recibir alimentos que huelen mal o están en mal estado.