Ciudad de México, 18 de agosto de 2022 – Las autoridades mexicanas deben llevar a cabo una investigación celera, confiable y exhaustiva sobre la muerte del periodista Juan Arjón López, determinar si su muerte está relacionada con su labor informativa, y enjuiciar a los responsables, declaró este jueves el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés).
El cuerpo de Arjón, fundador y director de la página noticiosa de Facebook A Qué Le Temes, fue hallado el martes 16 de agosto cerca de San Luis Río Colorado, una ciudad del norteño estado fronterizo de Sonora, según informaciones de prensa. De acuerdo con un comunicado publicado el 16 de agosto por la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) de Sonora, el cadáver de Arjón fue hallado cerca de una carretera, al suroeste de esa ciudad. La FGJE indicó que el periodista había muerto de traumatismo craneoencefálico, provocado por un golpe contuso.
La desaparición de Arjón, de 62 años, había sido denunciada en las redes sociales desde el 9 de agosto, según versiones noticiosas, aunque la FGJE declaró en un mensaje de Twitter el 15 de agosto que no tenía ningún reporte ni denuncia formal de la desaparición. El comunicado de la FGJE añadió que no se descartaba ninguna línea de investigación.
El miércoles 17 de agosto, las autoridades municipales de San Luis Río Colorado declararon a los medios locales que se había detenido a un sospechoso por su presunta participación en el secuestro y asesinato de Arjón, y que el vehículo utilizado en el crimen había sido localizado el 3 de agosto. Según esas declaraciones, el vehículo había sido reportado como robado en el estado de California, Estados Unidos. No se brindaron mayores detalles sobre la identidad del sospechoso ni sobre el móvil del homicidio.
El CPJ llamó varias veces al número telefónico de la FJGE el 16 y 17 de agosto, para obtener una declaración, pero nadie contestó las llamadas.
“La trágica muerte de Juan Arjón López es la más reciente muerte de un comunicador en un año que se ha convertido en uno de los más violentos de la historia de la prensa mexicana,” declaró Jan-Albert Hootsen, representante del CPJ en México. “Aunque las autoridades han logrado capturar a los presuntos autores de asesinatos de periodistas ocurridos en años anteriores, el actual clima de impunidad continúa alimentando estos ataques. Las autoridades mexicanas deben realizar una investigación pronta y exhaustiva sobre el homicidio de Arjón y enjuiciar a los responsables.”
De acuerdo con Humberto Melgoza, director del portal noticioso Contraseña de San Luis Río Colorado, y amigo de Arjón, el periodista había comenzado la página de Facebook varios meses antes de su muerte. Melgoza agregó que Arjón había trabajado de modo intermitente como periodista en el pasado y había sido colaborador de OmniCable, una radioemisora ya cerrada, y que combinaba su trabajo de reportero con el empleo de repartidor de comida para un restaurante local.
Melgoza agregó que Arjón tenía muchos problemas en su vida privada y que al momento de su muerte vivía en un centro de rehabilitación para adictos en San Luis Río Colorado. “Era un bonachón, sin embargo,” Melgoza declaró al CPJ. “El vato era muy alegre, muy desmadroso.”
Arjón informaba sobre una gran variedad de temas para la página A Qué Le Temes, como sucesos, política local y el medio ambiente. Sus artículos más recientes se habían publicado el 2 agosto y dos de ellos consistían en breves noticias sobre el arresto de sospechosos de robo y hurto. Aunque su desaparición no se difundió ampliamente hasta el 9 de agosto, el CPJ no logró verificar si Arjón había dejado de escribir artículos después del 2 de agosto ni si había desaparecido en esa fecha o poco después.
Melgoza declaró al CPJ que recientemente San Luis Río Colorado había registrado un auge delictivo, que él atribuía a las bandas criminales. “Aquí hay mucha presencia del narco, muchos enfrentamientos,” señaló. Según el periódico local La Tribuna de San Luis, el municipio tuvo el quinto mayor índice de homicidios de Sonora en 2021.
México es el país más violento del hemisferio occidental para el ejercicio del periodismo. Según datos del CPJ, como mínimo 11 periodistas han sido asesinados en ese país en 2022. Como mínimo, tres periodistas han sido asesinados en represalia por su labor informativa, y el CPJ investiga las circunstancias de la muerte de otros ocho periodistas, para determinar si el móvil está relacionado con la labor periodística.