Nueva York, 22 de diciembre de 2020 –La cifra de periodistas que murieron víctimas de asesinato en represalia por su trabajo aumentó en más del doble este año, lo cual provocó un incremento en general en las muertes de periodistas, constató el CPJ en un informe divulgado hoy.
A escala mundial, como mínimo 30 periodistas murieron en el ejercicio de la profesión en 2020, cifra que incluye 21 casos de asesinato en represalia, un incremento en comparación con los 10 casos de asesinato de 2019. La cifra de periodistas muertos en combate o en incidentes de fuego cruzado alcanzó su mínimo de los últimos 20 años.
“Es alarmante que los asesinatos de periodistas hayan aumentado en más del doble en el último año, y esta escalada representa el incumplimiento de la comunidad internacional con su obligación de enfrentar el flagelo de la impunidad”, declaró Joel Simon, director ejecutivo del CPJ.
Entre los países con cifras significativas de asesinatos de periodistas se encuentran México y Afganistán.
Desde hace mucho tiempo, México ha sido el país más peligroso del hemisferio occidental para el ejercicio del periodismo. Este año, como mínimo cinco periodistas murieron, de los cuales cuatro resultaron asesinados en represalia por su labor. Los periodistas mexicanos trabajan en un contexto de violencia del narcotráfico y arraigada corrupción, y el presidente Andrés Manuel López Obrador no ha mostrado la voluntad política para combatir la impunidad. En fechas más recientes, el asesinato de un periodista y una ola de amenazas contra los medios, que se sospecha proviene de una banda criminal, han diezmado el periodismo en la ciudad de Iguala, en el estado de Guerrero.
En todo el planeta, las sospechas sobre la presunta responsabilidad por los asesinatos de periodistas recayeron con mayor frecuencia en los grupos criminales. Sin embargo, en un ejemplo particularmente deplorable, las autoridades iraníes ejecutaron al periodista Roohallah Zam el 12 de diciembre. Zam había sido sentenciado a la pena de muerte por su cobertura periodística sobre la ola de protestas antigubernamentales de 2017. Como se encontraba encarcelado al 1 de diciembre, Zam también figuró en la relación anual de periodistas presos del CPJ, que es un reflejo del total de periodistas encarcelados en todo el mundo para esa fecha (y que este año alcanzó su máximo histórico).
“Es indignante que Roohallah Zam aparezca en la relación mundial de periodistas presos del CPJ y figure en la relación de periodistas muertos en el mismo año”, añadió Simon. “Su inclusión en ambas listas evidencia la crueldad del régimen iraní, que se encubre en una apariencia de legalidad. La muerte de Zam no es otra cosa que un asesinato patrocinado por el Estado”.
Si bien Estados Unidos denunció la ejecución de Zam, el Gobierno de Trump ha adoptado una posición oportunista respecto a la defensa de la libertad de prensa, como lo demuestra el hecho de que omitió condenar a funcionarios del Gobierno saudita por el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en 2018. El mes pasado, el CPJ dio a conocer una propuesta dirigida al entrante Gobierno del presidente electo Biden con el objetivo de restablecer el liderazgo estadounidense en materia de libertad de prensa, lo cual incluye la designación de un enviado especial.
A escala mundial, tres periodistas murieron en combate o en incidentes de fuego cruzado este año, la cifra más baja desde 2000, conforme la pandemia de la COVID-19 dominaba la atención de los medios y limitaba los viajes. Los tres periodistas murieron en Siria en bombardeos aéreos presuntamente ejecutados por fuerzas rusas. Los demás periodistas murieron en otras coberturas peligrosas que se tornaron violentas, por ejemplo disturbios civiles en Iraq y Nigeria.
El CPJ investiga los casos de, como mínimo, otros 15 periodistas que murieron este año, con la finalidad de esclarecer si su trabajo periodístico fue el motivo de la muerte. La relación de casos del CPJ sobre los periodistas muertos en el ejercicio de la profesión se basa en datos recabados al 15 de diciembre de 2020. Desde esta fecha, el CPJ investiga informaciones en el sentido de que han muerto periodistas en Afganistán y Honduras. El sitio web del CPJ se actualiza continuamente en cpj.org/data/killed/. La metodología del CPJ se explica en detalle aquí.
El CPJ encabeza la Campaña Mundial contra la Impunidad y es socio de la iniciativa A Safer World For The Truth, que exige la justicia en los casos de periodistas asesinados y contribuye a mantener vivas sus historias.
“El hecho de que los asesinatos estén en aumento y la cifra de periodistas encarcelados en todo el mundo haya alcanzado un nivel récord, es una clara demostración del asalto sin paralelo contra la libertad de prensa en medio de una pandemia global, en la cual la información es esencial”, concluyó Simon. “Debemos unirnos para revertir esta terrible tendencia”.
El informe del CPJ se podrá consultar en los idiomas árabe, chino, inglés, persa, francés, portugués, ruso, español y turco. Se pueden coordinar entrevistas con expertos del CPJ en diversos idiomas. Envíe un correo electrónico a press@cpj.org para más información.