Miami, 16 de enero de 2020—Las autoridades chilenas deben investigar prontamente el ataque de que fue objeto el diario El Mercurio de Antofagasta y enjuiciar a los responsables, declaró hoy el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés). El 13 de enero, sujetos enmascarados irrumpieron en la sede del periódico, en la norteña ciudad de Antofagasta, y dañaron varias oficinas, robaron equipos y prendieron varios fuegos, según una periodista de El Mercurio de Antofagasta que conversó con el CPJ, e informaciones de prensa.
La prensa local informó que, cerca del momento del ataque, una marcha de protesta había pasado frente a la sede del periódico. El gerente general del diario, Carlos Rodríguez, declaró a Radio Cooperativa el 13 de enero que no había ninguna señal de protesta afuera durante el ataque, y agregó que creía que el ataque había sido orquestado contra El Mercurio.
Se trata del tercer ataque en menos de tres meses contra el grupo editorial El Mercurio. Anteriormente, el CPJ documentó un ataque, ocurrido el 19 de octubre, contra El Mercurio de Valparaíso en Valparaíso y otro ataque, ocurrido el 26 de noviembre, contra la sede de El Líder en San Antonio. En ambos casos, los periodistas de esos medios declararon al CPJ que creían que los habían atacado por su línea editorial.
Constanza Caldera, una periodista que se encontraba en las oficinas de El Mercurio de Antofagasta al momento del incidente del 13 de enero, expresó que no estaba claro si el ataque había sido planificado.
Las protestas comenzaron en Chile en octubre, cuando el Gobierno decretó el alza en las tarifas del Metro en la capital, según versiones periodísticas. Varios días después, el presidente Sebastián Piñera anuló la medida, pero las protestas siguieron.
Caldera declaró ayer al CPJ que, desde el comienzo de la ola de protestas, los manifestantes habían atacado al medio de prensa, por ejemplo lanzando piedras, rompiendo ventanas, destruyendo equipos y cámaras, e incendiando la puerta de entrada. Caldera afirmó que cuentas anónimas en las redes sociales habían enviado mensajes que amenazaban con incendiar el periódico.
“Es alarmante que se haya realizado un tercer ataque violento contra el Grupo El Mercurio”, declaró Natalie Southwick, coordinadora del Programa de Centroamérica y Sudamérica del CPJ, desde Nueva York. “Las autoridades deben actuar con celeridad para enjuiciar a los responsables del ataque contra El Mercurio de Antofagasta, con el objetivo de transmitir un mensaje inequívoco: atacar a la prensa nunca tiene justificación”.
Durante el ataque, que sucedió cerca de las 8 p. m., unos 20 empleados tuvieron que resguardarse y tratar de apagar los focos de incendio, según informaciones de prensa. Caldera declaró al CPJ que el ataque había durado unos 15 minutos y había provocado el pánico, particularmente cuando se iniciaron los incendios.
La Policía chilena investiga el ataque, según versiones periodísticas. La Policía de Investigación Criminal no respondió una llamada telefónica que el CPJ efectuó para solicitar una declaración.
Un comunicado de la Asociación Nacional de la Prensa de Chile expresó que los ataques contra la prensa como el perpetrado contra El Mercurio de Antofagasta han estado “claramente organizados” y “buscan silenciar a los medios de comunicación”.