Ciudad de México, 6 de mayo de 2019–Las autoridades mexicanas deben investigar de inmediato y con transparencia el asesinato del periodista y activista político Telésforo Santiago Enríquez, declaró hoy el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés). El cadáver de Enríquez, con varias heridas de bala, fue hallado la tarde del 2 de mayo en las afueras de la ciudad de Juchitán, en el sureño estado mexicano de Oaxaca, según informaciones de prensa.
Enríquez era fundador y director de El Cafetal, una radioemisora comunitaria con sede en la localidad de San Agustín Loxicha, unas 400 millas al sureste de Ciudad de México. Enríquez también era activista político y miembro de la Sección 22, una sección local de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, un sindicato de maestros, según versiones periodísticas.
“Con el asesinato de Telésforo Enríquez, el gremio periodístico mexicano llora la muerte de otra víctima más de la violencia”, declaró Jan-Albert Hootsen, representante del CPJ en México. “Si las autoridades federales y estatales toman en serio su declarado compromiso con la protección de la prensa nacional, deben actuar inmediatamente para investigar este asesinato, esclarecer el motivo y enjuiciar a los responsables”.
El cadáver de Enríquez fue hallado en la tarde del 2 de mayo, cerca de las 4:00 p. m., en San Agustín Loxicha, según un comunicado de la Fiscalía General del Estado de Oaxaca que se divulgó el 3 de mayo en las redes sociales. El comunicado expresó que el cadáver del periodista presentaba varias heridas de bala y que Enríquez había muerto al instante, dentro de su auto.
El comunicado no proporcionó ninguna otra información sobre el cantidad, la identidad o el motivo de los atacantes. Alejandro Peña, titular de la sección de la Fiscalía General de Oaxaca en la región donde se encuentra San Agustín Loxicha, declinó brindar información adicional al CPJ por una aplicación de mensajes y remitió al CPJ a la sede de la Fiscalía General del Estado en la capital estatal, Oaxaca de Juárez. El CPJ efectuó varias llamadas a esa sede hoy, pero nadie atendió las llamadas.
Ricardo Sánchez Pérez del Pozo, titular de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE), organismo federal con sede en Ciudad de México, declaró hoy al CPJ que la FEADLE no había abierto una investigación federal paralela, pero que había estado en contacto con las autoridades estatales de Oaxaca en relación con el asesinato y que la FEADLE “proporcionaría asistencia cuando se solicitara”.
Omar Gazga, periodista radicado en Oaxaca, declaró al CPJ que Enríquez había fundado El Cafetal hacía unos cinco años, y que varias veces se había presentado como candidato a presidente de la municipalidad de San Agustín en los últimos años, pero sin éxito. Según Gazga e informaciones de prensa, el contenido editorial de El Cafetal se concentraba principalmente en la cultura y el idioma zapotecas, que son dominantes en la región. El CPJ no pudo consultar ningún contenido reciente de la radioemisora, que al parecer no tiene presencia en la Internet.
Gazga declaró al CPJ que Enríquez les había dicho a compañeros locales que había recibido amenazas de muerte hacía tres meses, presuntamente por parte del hermano de Pedro Vázquez, presidente municipal de San Agustín, denuncias que también han circulado en cuentas de redes sociales que han informado sobre el asesinato desde el 2 de mayo.
El CPJ no logró corroborar tales amenazas. Varios mensajes enviados a familiares y compañeros de Enríquez aún no habían recibido respuesta. Varias llamadas telefónicas efectuadas al presidente municipal Vázquez tampoco habían recibido respuesta. El CPJ no logró encontrar los datos de contacto del hermano del presidente municipal.
Un vocero del Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, entidad federal que proporciona medidas de protección a periodistas en situación de riesgo, declaró hoy al CPJ que Enríquez no había denunciado ninguna amenaza ante su institución y no se había incorporado a ningún programa de protección federal. El vocero solicitó el anonimato para poder hablar sobre el asunto.
Enríquez es el cuarto periodista radial asesinado en México en lo que va de año, uno de los cuales fue blanco de represalias en relación con su trabajo, según datos del CPJ. Rafael Murúa, Jesús Ramos y Santiago Barroso, quienes presentaban programas de radio en distintas partes del país, fueron asesinados el 20 de enero, el 9 de febrero y el 15 de marzo, respectivamente. El CPJ ha determinado que Murúa fue asesinado por ejercer la labor periodística, y sigue investigando para determinar si los otros dos asesinatos tienen algún tipo de vínculo con la actividad periodística.
México es el país más peligroso del hemisferio occidental para el ejercicio del periodismo, según datos del CPJ. El año pasado, como mínimo cuatro periodistas fueron asesinados en este país en represalia directa por su trabajo.