Gobiernos y actores no estatales encuentran maneras innovadoras de suprimir a los medios.
Agencias explotan cada vacío legal para evitar requisitos de divulgación.
Gobiernos utilizan leyes de derechos de autor y Twitter bots para limitar críticas en redes sociales.
Los periodistas mexicanos sortean amenazas y censura de los carteles de la droga.
Tenemos leyes e instituciones para luchar contra intentos de controlar información.