Nueva York, 30 de noviembre de 2016–El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) instó hoy a las autoridades a garantizar la seguridad de los periodistas que trabajan en el semanario Zeta de Tijuana. La revista mexicana está en la actualidad bajo protección policial luego de que las autoridades tomaran conocimiento de un plan de un cartel de la droga para atacar las oficinas de la publicación.
La Secretaría de Seguridad Pública del estado de Baja California notificó a los directores de Zeta el 27 de noviembre que habían descubierto un plan del cartel de la droga de Jalisco en Tijuana para atacar a balazos las oficinas del semanario en horas de la madrugada, cuando no había empleados en las instalaciones, según confirmó Adela Navarro Bello, directora de Zeta y una de las ganadoras del Premio Internacional a la Libertad de Prensa del CPJ en 2007. Los funcionarios indicaron que el cartel había decidido posponer el ataque cuando no encontró gente que pudiera llevarlo a cabo a la hora establecida.
Navarro Bello afirmó al CPJ que la policía está custodiando las oficinas de Zeta.
“Las autoridades mexicanas han adoptado los primeros pasos correctos al identificar la amenaza contra Zeta y proporcionar a su plantel protección en sus oficinas”, afirmó Carlos Lauría, director de programa del CPJ. “México es uno de los países más peligrosos de las Américas para la prensa; exhortamos a las autoridades a garantizar la protección de Zeta y a procesar a quienes planearon el ataque”.
Los investigadores atribuyeron las amenazas a un informe publicado en Zeta el 25 de noviembre que incluyó una lista de los criminales más buscados en Baja California, según un artículo en el semanario sobre la amenaza. El informe contiene fotos y nombres de los 10 individuos quienes son los supuestos líderes del cartel.
Zeta es una de las pocos periódicos que en forma regular publica investigaciones sobre crimen organizado, narcotráfico y corrupción en los estados del norte de México. El costo que ha pagado Zeta por su cobertura sobre crimen ha sido altísimo: Héctor Félix Miranda, co-fundador de la revista fue asesinado en 1988, y el co-editor Francisco Ortiz Franco también resultó víctima de un asesinato en 2004.
El cartel de Jalisco cartel es conocido en el estado de Baja California por su violencia y ha experimentado una expansión en recientes disputas por el control del narcotráfico. Los grupos del crimen organizado, incluyendo carteles de la droga, son responsables del más del 60 por ciento de los asesinatos de periodistas en México, según la investigación del CPJ.