Ciudad de México, 2 de octubre de 2014–El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) condena el ataque contra la vivienda de un periodista mexicano quien cubre crimen y política ocurrido el lunes por la mañana en el estado de Zacatecas y exhorta a las autoridades a enjuiciar a los responsables.
Atacantes armados no identificados dispararon contra la vivienda y el vehículo de Margarito Juárez González cerca de las 4 a.m. mientras él y su familia dormían, según su empleador, el diario Página 24. La casa y el carro fueron dañados, pero nadie resultó herido en el ataque. Juárez, corresponsal de Página 24 en la ciudad de Fresnillo, indicó a su periódico que las balas rozaron sus cabezas mientras dormían. “Pensé que íbamos a morir”, indicó.
“Instamos a las autoridades a garantizar la seguridad del periodista Margarito Juárez González y de su familia”, afirmó Carlos Lauría, coordinador senior del programa de las Américas, desde Nueva York. “Es precisamente este tipo de ataques los que provocan terror entre los periodistas locales y los conduce al silencio”.
Arturo Nahle García, procurador general del estado de Zacatecas, señaló que el ataque estuvo posiblemente vinculado a la cobertura de Juárez sobre el crimen en Fresnillo. Existe una investigación en curso, indicó.
Juárez ha sido crítico en su cobertura sobre política local. El periodista ha informado sobre crimen y temas locales como mala administración de fondos municipales y falta de seguridad en la ciudad.
Juárez ha sido víctima de represalia por su labor informativa en meses recientes. En diciembre de 2013, su vehículo fue robado e incendiado, según indicó al CPJ Luis Gerardo Esparza, editor de Página 24 en la ciudad de Zacatecas. Dos ejemplares de Página 24 fueron dejados en el capó quemado del carro. El caso aún sigue sin resolverse, afirmó Esparza.
Zacatecas ha sido duramente golpeado por la violencia del crimen organizado en los últimos cinco años. La presencia del crimen organizado en el estado ha obligado a los reporteros locales a autocensurarse para mantenerse a salvo, según la investigación del CPJ.
La violencia vinculada al narcotráfico ha convertido a México en uno de los países más peligrosos en el mundo para la prensa.