Nueva York, 30 de Julio de 2013–El soldado estadounidense Bradley Manning, cuya filtración de documentos clasificados al sitio Web WikiLeaks desembocó en una corte marcial que generó alarma sobre el efecto inhibidor en la prensa, fue condenado hoy bajo seis acusaciones de violar la ley de Espionaje, junto a cargos de robo y otros, pero fue absuelto de la acusación más seria de ayudar al enemigo, según informes de prensa. El tema se ha convertido en un caso emblemático de la agresiva embestida de las autoridades estadounidenses contra filtraciones de información secreta.
“Mientras que Manning no ha sido condenado por el cargo más grave, aún estamos preocupados sobre el efecto inhibidor en la prensa, especialmente para los reporteros que cubren temas de seguridad nacional”, afirmó Joel Simon, director ejecutivo del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés). “Esta agresiva persecución ha enviado un claro mensaje a los futuros informantes”.
Manning fue arrestado en junio de 2010 y acusado de más de 20 cargos, incluyendo haber violado la ley de Espionaje y ayudar al enemigo, en relación con la filtración en 2009 de cientos de miles de documentos clasificados a WikiLeaks.
El material filtrado incluye documentos de las guerras en Iraq y Afganistán, cables diplomáticos y videos de un ataque aéreo que mató a decenas de iraquíes en el este de Bagdad, incluyendo al fotógrafo de Reuters Namir Noor-Eldeen y su asistente, Saeed Chmagh. Manning se declaró culpable en febrero de diez cargos menores, pero los fiscales militares decidieron perseguir condenas en la corte marcial para las acusaciones más serias.
La ley de Espionaje de 1917 criminaliza la “comunicación” sobre temas de defensa nacional o información clasificada de inteligencia con intención de dañar a los Estados Unidos. Fiscales militares también argumentaron que Manning ayudó al enemigo porque sabía que la red terrorista Al-Qaeda podría acceder a los documentos a través de Internet. Yochai Benkler, un profesor de derecho de Harvard quien testificó en la defensa de Manning, ha afirmado que la última acusación sentaría un precedente en el que cualquiera que filtrase información sensible a la prensa podría ser acusado de ayudar al enemigo, un cargo que puede ser castigado con la pena de muerte.
Las autoridades estadounidenses en el gobierno de Obama han sido agresivas en embestir contra funcionarios que filtraron información clasificada a la prensa, procesando a siete bajo la ley de Espionaje, lo que representa más del doble del número de procesamientos de todos los gobiernos anteriores combinados. Manning es el primero de ese grupo que ha sido condenado en un juicio bajo esa ley (otros tres se declararon culpables de cargos relacionados con filtraciones) y fue el único en ser acusado de ayudar al enemigo, un crimen tipificado en el Código de Justicia Militar.
El período para dictar sentencia comenzará mañana ante la jueza, coronela Denise Lind, y Manning enfrenta más de 100 años en prisión.