Por John Otis/Corresponsal del CPJ en los Andes
Eso no tomó mucho tiempo.
Nueve días después de la venta de Globovisión, un canal muy cercano a la oposición, a un grupo de empresarios que se afirma tiene estrechos vínculos con el gobierno venezolano, el nuevo director del canal fue recibido en el Palacio de Miraflores para una reunión cordial con el presidente Nicolás Maduro.
“Ustedes saben por qué Globovisión no podía venir al Palacio de Miraflores” en el pasado afirmó el presidente de Globovisión Juan Domingo Cordero a reporteros después de la reunión, el 21 de mayo. “Y eso nunca más va a pasar”.
Cordero se refería a la prolongada confrontación entre Globovisión y el fallecido presidente Hugo Chávez, quien murió el 5 de marzo. Mientras se intensificaba el conflicto, el gobierno socialista de Chávez negó a periodistas de Globovisión el acceso a actos oficiales e información y los funcionarios tenían prohibidos aparecer en el canal.
Asediados por enormes multas gubernamentales, perdiendo dinero, y frente a la probabilidad de que su licencia no fuera renovada en 2015, los propietarios vendieron una participación mayoritaria de Globovisión a Cordero y otros dos hombres de negocios. Cordero insistió en que el nuevo Globovisión cubriría todos los aspectos de la noticia mientras busca reducir las tensiones políticas y promover la paz. El gobierno, por su parte, señaló una tregua al permitir que apareciera la Ministra de Salud, Isabel Iturria, el martes pasado en Globovisión.
“Se debe dejar el conflicto y la manipulación fascista que muchos sectores de la derecha ejercen en el país”, afirmó el vice presidente Jorge Arreaza, yerno de Chávez, a reporteros tras asistir a la reunión. “La idea es que exista un clima de paz siempre diciendo la verdad”.
Sin embargo, algunos analistas de medios están preocupados por los cambios en Globovisión, aún mientras insisten en que están a favor de una cobertura informativa justa y equilibrada, y reconocen que Globovisión a menudo estaba exagerado en sus críticas al gobierno y su apoyo a la oposición.
“Es necesario tener un término medio. Nunca es bueno cuando un canal apoya a un sólo candidato o sector político”, indicó al CPJ Marianela Balbi, directora ejecutiva del Instituto para la Prensa y Sociedad con sede en Caracas.
El problema, según indican Balbi y otros, es que casi todos los otros canales de televisión en Venezuela están administrados por el Estado y sirven como portavoces del gobierno o evitan informar de manera crítica sobre el gobierno por temor a represalias. Globovisión fue uno de los únicos críticos del gobierno en la televisión y uno de los pocos lugares donde los puntos de vista de la oposición pudieron llegar a un público masivo. Pagó un precio muy alto, incluyendo multas millonarias, por su posición editorial.
En este contexto televisivo tan desequilibrado, la decisión de Globovisión de adoptar una línea más moderada puede resultar en una reducción sustancial de aire para los críticos del gobierno. Balbi puntualizó que Globovisión ya ha cancelado dos programas que con frecuencia embistían contra funcionarios del gobierno: “Aunque usted no lo crea” y “Usted lo vió“.
Globovisión también ha discontinuado la transmisión en vivo de discursos y conferencias de prensa de políticos opositores, como Henrique Capriles, quien perdió contra Maduro en la elección presidencial del mes pasado.
“Ningún medio de comunicación social está obligado a transmitir en vivo, ni más o menos tiempo, las declaraciones de un determinado dirigente político”, indicó Globovisión en un comunicado difundido el lunes.
La semana pasada, Globovisión anunció que el legislador opositor Ismael García no continuaría con la conducción del programa “Álo, Venezuela”. El lunes, Francisco Bautista, consultor de comunicaciones de Capriles quien conducía “Buenas Noches“, un programa de entrevistas crítico del gobierno, anunció en Twitter que había sido despedido de Globovisión y fustigó “la censura que están imponiendo”.
En su comunicado, Globovisión explicó que García había abandonado el canal de mutuo acuerdo y que Bautista fue despedido por criticar públicamente la salida de García sin primero conversar sobre el tema con los ejecutivos de Globovisión.
A medida que Globovisión toma distancia de la oposición y busca una cobertura más balanceada, no hay ninguna señal de que las emisoras pro-gubernamentales estén siguiendo el mismo camino a través de bajar el nivel de propaganda que se emite en tales medios o abrir el micrófono a opiniones o puntos de vista críticos, sostuvo Marcelino Bisbal, que dirige la carrera de graduados de periodismo en la Universidad Católica Andrés Bello.
Por ahora, la mayoría de los periodistas de Globovisión permanecen en su lugar, incluyendo varios nombres conocidos. Por ejemplo, el animador Leopoldo Castillo, de fuerte tono conservador, continúa conduciendo el popular programa de llamado Aló, Ciudadano”, con duras críticas al gobierno de Maduro.
“Sé que en el país hay un desbalance informativo y los medios públicos se han convertido en propaganda”, Castillo señaló a su audiencia el lunes. “Pero no puede ser Globovisión la trinchera de enfrente que sostenga o mantenga los mismos vicios que tenemos enfrente. El país nos exige algo diferente en esta oportunidad”, aseguró.
Aun así, Globovisión ha construido su marca en el periodismo combativo y la cadena puede perder una cantidad de telespectadores leales si se vuelve demasiado condescendiente con el gobierno de Maduro. De hecho, el canal perdió más de 200 mil de sus seguidores en Twitter después de la polémica sobre la salida de García y Baustista.
Mientras tanto, los telespectadores disgustados con la nueva línea de Globovisión así como los políticos de la oposición que buscan difundir sus mensajes pueden terminar confiando cada vez con más frecuencia en las redes sociales. Cuando primero se enteró de la nueva política de Globovisión de no transmitir sus discursos en vivo, Capriles envió varios mensajes a través de Twitter a sus casi 3,4 millones de seguidores.
“No hubo conferencias de prensa, ni micrófonos y no hubo periodistas involucrados, sólo Henrique y su cuenta de Twitter”, escribió Juan Cristobal Nagel en el blog Caracas Chronicles, de amplia llegada. “Mientras que resulta tentador asustarse por la desaparición de Globovisión, es posible que al final no la necesitemos”.