Nueva York, 7 de junio de 2012–El Comité para la Protección de los Periodistas de Nueva York (CPJ, por sus siglas en inglés) saluda la condena por el asesinato del camarógrafo salvadoreño Alfredo Antonio Hurtado Núñez en 2011, pero exhorta a las autoridades a garantizar que el otro atacante armado acusado por el crimen sea también enjuiciado.
El 25 de abril de 2011, Hurtado, de 39 años, se dirigía a su lugar de trabajo en San Salvador, la capital del país, cuando dos atacantes le dispararon en múltiples oportunidades, según informes de prensa local y entrevistas del CPJ. Hurtado era camarógrafo del programa de noticias Teleprensa de Canal 33 y trabajaba en horario nocturno.
El 31 de mayo, un tribunal salvadoreño halló culpable a Jonathan Alexander Martínez Castro por el asesinato de Hurtado y lo sentenció a 30 años de prisión, según informes de prensa. Las autoridades también acusaron por el crimen a Marlon Stanley Abrego Rivas, actualmente fugitivo de la justicia, según informó la prensa.
Las autoridades informaron que los acusados, que son miembros de la violenta pandilla Mara Salvatrucha (MS-13), asesinaron a Hurtado porque creían que había identificado a otro miembro de la pandilla MS-13 como responsable en otro asesinato. Sospechaban del periodista porque sabían que cubría operaciones de la policía contra las pandillas para el Canal 33, según informes de prensa.
“Saludamos esta condena como un golpe poco frecuente contra la impunidad, que transmite un mensaje claro a los que utilizan métodos violentos para silenciar a los periodistas”, afirmó Carlos Lauría, coordinador senior para el programa de las Américas del CPJ. “Las autoridades salvadoreñas deben asegurar que el otro asesino sea enjuiciado”.
La investigación del CPJ indica que periodistas que informan sobre la violencia de las pandillas en El Salvador asumen el riesgo de convertirse en blanco ellos mismos. En marzo, tras la revelación por parte el diario digital El Faro de negociaciones secretas entre el gobierno y las pandillas, un funcionario afirmó que los periodistas de El Faro podrían correr peligropor sus reportajes, pero no ofreció protección para el personal. En 2009, Christian Poveda, cineasta franco-español, fue asesinado por miembros de la pandilla rival Mara 18.