Nueva York, 21 de mayo de 2012–Las autoridades mexicanas deben quebrar el ciclo de impunidad que rodea a los asesinatos de periodistas al investigar el asesinato de Marco Antonio Ávila García, reportero de la fuente policíaca, y enjuiciar a los responsables, afirmó hoy el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés).
El cuerpo de Ávila, con signos de tortura, fue hallado el viernes en un camino de tierra cerca de la ciudad de Guaymas, en el estado de Sonora, según informó la Procuraduría General del estado. Una autopsia reveló que había sido estrangulado, según informes de prensa. José Larrinaga Talamante, vocero de la Procuraduría estatal, afirmó a reporteros que junto al cuerpo encontraron un mensaje escrito asociado con el crimen organizado, pero no dio a conocer más detalles.
Varios hombres armados secuestraron a Ávila en la tarde del jueves en Ciudad Obregón, a unas 65 millas de donde fue hallado su cuerpo, según informes de prensa. Larrinaga afirmó a reporteros que Ávila estaba esperando para que terminaran con su vehículo en un lavadero de carros cuando tres o cuatro hombres armados con fusiles llegaron en otro vehículo y, según indicó un testigo, lo obligaron a subir a su carro.
Ávila cubría crimen para el diario local El Regional de Sonora, y también informaba para el periódico afiliado, El Diario de Sonora, en la ciudad de Nogales, según sus colegas. Eduardo Flores, director de los dos diarios, indicó a la agencia Associated Press que Ávila escribía sobre el narcotráfico pero tenía prohibido informar en profundidad sobre el tema y nunca nombró a los carteles de la droga en sus reportajes. El director afirmó que Ávila nunca mencionó haber recibido amenazas.
Los colegas de Ávila, quienes solicitaron permanecer en el anonimato por temor a represalias, indicaron al CPJ que no tenían conocimiento de informes sobre amenazas contra periodistas en esa zona del estado o de cualquiera que haya sido advertido por los narcotraficantes de limitar su cobertura sobre esos grupos. “Sabemos cuáles son las reglas en otras regiones del país. Pensamos entonces que estábamos haciendo lo suficiente para protegernos”, un reportero local afirmó al CPJ.
La cobertura sobre crimen es el trabajo más peligroso para los periodistas mexicanos. Los cuerpos de dos fotógrafos mexicanos quienes habían trabajado en la fuente del crimen fueron descubiertos el 3 de mayo. La violencia relacionada con el narcotráfico ha convertido a México en uno de los países más peligrosos del mundo para la prensa, según muestra la investigación del CPJ. Desde 2006, más de 45 periodistas han sido asesinados o han desaparecido en México, según la investigación del CPJ.
“Estamos profundamente entristecidos por la muerte de Marco Antonio Ávila García y enviamos nuestras condolencias a su familia, amigos y colegas”, afirmó Carlos Lauría, coordinador senior del programa de las Américas del CPJ. “Con cada nueva víctima fatal, queda claro que ya no existen regiones del país inmunes a la violencia contra la prensa. Las autoridades mexicanas deben asumir este desafío extraordinario con investigaciones exhaustivas sobre estos crímenes y asegurar que las organizaciones criminales no ejerzan control sobre el flujo informativo”.
Flores indicó a la AP que Ávila estaba casado y tenía tres hijos.
- Para obtener más información y análisis sobre México, lea el informe anual del CPJ, Ataques a la Prensa.