Nueva York, 12 de septiembre de 2011–El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) está preocupado por reiteradas amenazas de muerte y hostigamiento contra una periodista que investigó corrupción en el Instituto de Investigaciones Forenses del estado boliviano en abril.
El 3 de abril, el diario La Prensa de la ciudad de La Paz, publicó una investigación de la periodista boliviana Mónica Oblitas sobre la médico forense Erika Hinojosa luego de que el diario recibiera varios indicios que la funcionaria estaría otorgando documentos falsos. Haciéndose pasar como una paciente, Oblitas le preguntó a Hinojosa sobre un certificado médico confirmando que había sido asaltada. La periodista filmó el encuentro con una cámara oculta y escribió que la médico forense otorgó el certificado a cambio de dinero y nunca examinó sus heridas.
Unas semanas después de la publicación del artículo, Oblitas indicó que comenzó a recibir amenazas anónimas por teléfonos celulares, mensajes de texto y correos electrónicos. En las llamadas la amenazaron con dispararle y quebrar sus piernas, la periodista afirmó, y una de las llamadas dijo incluso que sus días estaban contados. Otras llamadas describieron la vestimenta de su hijo mientras se asistía a la universidad. Oblitas indicó que uno de los mensajes de texto se refirió directamente a su trabajo de investigación, advirtiéndole que “te gusta jugar con los forenses. El próximo caso será el tuyo”. La periodista señaló haber recibido más de 20 mensajes similares desde los medios de abril, y que el más reciente se registró el miércoles pasado. Además indicó que ha sido seguida en dos ocasiones entre su casa y la oficina de La Prensa y que las ventanas de su apartamento fueron rotas en una oportunidad. Oblitas indicó al CPJ que presentó una denuncia policial en agosto. “Estoy muy asustada porque no sé cuando vendrán por mí”, afirmó la periodista.
“Estamos muy preocupados por la seguridad de Mónica Oblitas y la de su familia”, afirmó Carlos Lauría, el coordinador senior del programa de las Américas del CPJ. “Las autoridades bolivianas deben tomar todas las medidas necesarias para protegerla y asegurar que los periodistas pueden ejercer periodismo crítico sin temor a represalias”.
En una aparición en un programa de televisión, Hinojosa sostuvo que las acusaciones contra ella eran falsas, sin embargo fue despedida de su puesto el 14 de abril, según informes de la prensa.
Amenazas de muerte contra periodistas bolivianas no son comunes, a pesar de que en 2009 tres reporteros fueron blanco de amenazas. La violencia contra la prensa ha mermado en los últimos años luego de una escalada de ataques sangrientos en 2008 durante un periodo de gran tensión política intensa.