Nueva York, 5 de julio 5 de 2011–Luis Eduardo Gómez, un periodista colombiano independiente que ha sido testigo de una investigación judicial sobre vínculos entre políticos y grupos paramilitares, fue asesinado a balazos el jueves en el pueblo de Arboletes, en el departamento noroccidental de Antioquia, según informes de prensa. El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) instó hoy a las autoridades colombianas a investigar su asesinato en forma exhaustiva y enjuiciar a los responsables.
Gómez, de 70 años, estaba regresando a su hogar junto a su esposa en horas de la noche cuando fue baleado por atacantes no identificados que huyeron en una motocicleta, según informes de la prensa. Gómez había informado sobre corrupción local y vínculos entre grupos paramilitares de derecha y políticos en la región en Urabá en Antioquia, según la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP). Más recientemente, escribía sobre turismo y medio ambiente para los diarios El Heraldo de Urabá y Urabá al día, entre otros, informó la prensa colombiana.
Según el diario El Colombiano, el periodista no había recibido amenazas antes de su muerte.
Gómez había sido testigo en la investigación de la Fiscalía General sobre relaciones entre políticos y grupos paramilitares de derecha, un escándalo conocido en Colombia como la parapolítica. Otro testigo en el caso fue asesinado unos días antes de la muerte del periodista, y los investigadores indicaron que otros testigos han desaparecido, según informes de prensa. Gómez también investigaba el asesinato de su hijo, quien fue su colaborador, ocurrido hace dos años y aún sin resolver, señaló el diario El Espectador.
“Exhortamos a las autoridades colombianos a investigar a fondo el asesinato del periodista independiente Luis Eduardo Gómez, establecer si cayó en cumplimiento de su labor y enjuiciar a los responsables”, afirmó Carlos Lauría, coordinador senior del programa de las Américas del CPJ. “Colombia ha registrado algún progreso reciente en la lucha contra la impunidad en los casos de periodistas asesinados. No debe permitir que este nuevo caso anule estos avances”.
El escándalo de la parapolítica estalló a fines de 2006, después de que la revista Semana publicara una serie investigativa que obligó a las autoridades colombianas a examinar las supuestas relaciones entre políticos y paramilitares. Decenas de actuales y ex integrantes del Congreso han sido detenidos o investigados desde 2007, según informes de la prensa.
La región de Urabá en Antioquia ha sido marcada por la violencia desde hace tiempo y fue controlada durante años por los paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), según informes de prensa. Periodistas colombianos del interior del país, quienes trabajan en regiones donde los paramilitares y otros grupos ilegales armados tienen fuerte presencia, enfrentan dificultades cuando intentan cubrir las actividades de estos grupos, según la investigación del CPJ.
Con 43 periodistas caídos en cumplimiento de su labor desde 1992, Colombia ha sido históricamente uno de los países más riesgosos para la prensa en el mundo, según la investigación del CPJ. De todos modos, el Índice de Impunidad del CPJ ha mostrado que en los últimos cuatro años el país ha mejorado su registro, ya que la violencia letal contra la prensa ha disminuido y las autoridades han tenido cierto éxito en investigar y enjuiciar a los asesinos de periodistas.