Nueva York, 2 de junio de 2011–Tras la información sobre el hallazgo el martes del cuerpo del reportero Noel López Olguín, quien había desaparecido en marzo, el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) instó a las autoridades mexicanas a conducir una investigación exhaustiva sobre su asesinato. López fue hallado en una fosa clandestina en la ciudad de Chinameca, en el estado de Veracruz, según la prensa local.
El cuerpo de López fue hallado luego de que el líder de un cartel de la droga fuera arrestado el domingo y confesado haber asesinado al periodista, según muestra la investigación del CPJ. Miembros de la familia identificaron el cuerpo del periodista el miércoles, según la agencia Associated Press. Según un investigador local citado por AP, el periodista murió por un golpe que sufrió en la cabeza.
“Estamos alarmados por el brutal asesinato de Noel López Olguín”, afirmó Carlos Lauría, coordinador senior del programa de las Américas del CPJ. “Instamos a las autoridades en Veracruz y en la jurisdicción federal a conducir una investigación exhaustiva y a enjuiciar a todos los responsables”.
López, columnista del pequeño diario La Verdad de Jáltipan, fue secuestrado por sujetos armados en dos camionetas el 8 de marzo, autoridades locales indicaron al CPJ. El día que desapareció, López había salido de su casa en la tarde y nunca regreso, informó el diario Milenio de Ciudad de México.
Integrantes de su familia indicaron al CPJ que López tenía una larga carrera como columnista de La Verdad de Jáltipan y también como colaborador y fotógrafo de varios medios en el estado de Veracruz, incluyendo los semanarios Noticias de Acayucan y Horizonte. El titular de la Comisión Estatal para la Defensa de los Periodistas, Gerardo Perdomo, indicó que López escribía artículos y columnas fuertemente críticos sobre la corrupción local. Pero por temor a represalias algunos medios tomaron distancia de López luego de ser secuestrado, negando al CPJ que hubiera trabajado para ellos o admitiendo que solo lo había hecho a veces tiempo atrás.
La violencia del narcotráfico ha convertido a México en uno de los países más peligrosos para la prensa, según una investigación del CPJ. Doce periodistas, incluyendo a López, fueron asesinados en el país desde 2010, al menos tres en represalia directa por su trabajo periodístico. El CPJ continúa investigando para determinar si las otras nueve muertes estuvieron relacionadas con el trabajo de las víctimas.
Según el Índice de Impunidad del CPJ, que fue lanzado esta semana, México ha empeorado en la lista de países con mayor impunidad por tercer año consecutivo, ubicándose octavo en el índice. El índice identifica a países en el mundo donde los periodistas son asesinados regularmente y las autoridades se muestran incapaces o sin voluntad para enjuiciar a los responsables.