Nueva York, 10 de junio de 2011–El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) instó a las autoridades mexicanas a conducir una investigación exhaustiva sobre el secuestro del jefe de información Marco Antonio López Ortiz, quien fue secuestrado el martes en Acapulco, estado de Guerrero.
El diario Novedades Acapulco anunció el jueves que López, de 42 años, había sido secuestrado por un grupo de hombres el martes tarde por la noche. El supervisor de López, Armando Robles, indicó al CPJ que cuando López no llegó al diario el miércoles, un grupo de reporteros comenzó a reconstruir sus movimientos. López se fue del trabajo a las 10:30 p.m. la noche anterior para visitar a su padrino en su casa y luego se fue de la casa alrededor de las 11:30 p.m., señaló Robles.
Testigos indicaron a Robes que un grupo de hombres atacaron a López cuando cruzaba la calle. Gente que estaba en una taquería de la esquina pensó que estaban siendo testigos de un robo, “pero los sujetos se lo llevaron. Y no sabemos por qué”, admitió Robles.
Entre otras responsabilidades, López supervisa la cobertura del diario sobre crimen. Periodistas en Acapulco indicaron al CPJ que están bajo constante amenaza del crimen organizado para mantener la cobertura a un mínimo.
“Estamos preocupados por Marco Antonio López Ortiz”, afirmó Carlos Lauría, coordinador senior del programa de las Américas del CPJ. “Exhortamos a las autoridades estatales y federales a realizar todo lo que esté a su alcance para localizar a López y traerlo a un lugar seguro”.
Robles señaló que la cobertura del diario sobre crimen es cautelosa y limitada, ya que no quieren provocar la ira de los carteles de la droga que luchan por el control de la plaza en Acapulco. Los artículos sobre crimen son en general cortos, reconoció, con pocos detalles y casi siempre con información que difunde la policía. “No investigamos”, confirmó Robles.
Los periodistas en las regiones de México bajo control del crimen organizado han informado al CPJ que no quieren que sus artículos reflejen consultas a testigos o información de contexto proporcionada por la policía. El hecho de publicar material puede convertirlos fácilmente en blanco. Aurora Harrison, reportera de la fuente policíaca del diario El Sur de Acapulco, aseguró: “Solo cubrimos lo más simple. Cualquier otra cosa puede ser peligrosa”. El diario para el que trabaja Harrison fue atacado por hombres armados que dispararon contra el edificio y luego amenazaron a 12 trabajadores en noviembre pasado, según la investigación del CPJ.
La investigación del CPJ muestra que 10 periodistas, incluyendo a López, han desaparecido desde 2005 mientras cumplían con su labor informativa.