Nueva York, 31 de mayo de 2011–Vanguardia, el principal y más antiguo diario de la ciudad de Saltillo, en el estado norteño de Coahuila en México, fue blanco de un ataque con una granada de mano el domingo, según informes de la prensa local. No se registraron heridos.
“Condenamos el ataque contra Vanguardia e instamos a las autoridades a conducir una investigación exhaustiva, establecer responsabilidades y enjuiciar a los autores del hecho”, afirmó Carlos Lauría, coordinador senior del programa de las Américas del CPJ.
Atacantes no identificados lanzaron una granada contra el edificio del diario. Era cerca de la medianoche y los empleados estaban preparando la edición del lunes del periódico, según indicó la prensa internacional. Afortunadamente, el artefacto explosivo solo causó daños materiales menores, informó el diario El Universal.
Vanguardia no informó sobre la granada en la edición impresa ni en Internet por temor a más ataques. Las autoridades federales anunciaron que investigarán el ataque con explosivos, pero no efectuaron comentarios sobre posibles motivos, señaló la prensa.
Los ataques contra medios de comunicación representan una de las nuevas tácticas del crimen organizado, según la investigación del CPJ. En febrero, hombres armados atacaron las instalaciones de dos empresas de medios en la ciudad de Torreón, incidentes que arrojaron como saldo un ingeniero de televisión muerto a balazos y equipos destruidos y robados. Torreón está ubicada en la misma zona norte y centro de Saltillo.
En 2010, más de una decena de sedes de medios de prensa fueron atacados con armas o explosivos, indicó la prensa. En general no se registraron daños considerables, igual que las víctimas. Estos actos de violencia son vistos como una forma sencilla para que los grupos criminales ejerzan presión constante sobre la prensa para que informe sobre ellos, especialmente en regiones donde los narcotraficantes lucha por el control territorial, según la investigación del CPJ.
“En México, el crimen organizado continúa sembrando terror en los medios sin ninguna consecuencia. El gobierno del Presidente Felipe Calderón no debe tolerar que los criminales intimiden a la prensa hasta silenciarla”, afirmó Lauría.
“In Mexico, organized crime continues to spread terror among members of the media without any consequence. The government of President Felipe Calderón must not tolerate criminal intimidation of the press into silence,” said Lauría.
La violencia del narcotráfico ha convertido a México en uno de los países más peligrosos para la prensa, según una investigación del CPJ. Oncez periodistas fueron asesinados en el país desde 2010, al menos tres en represalia directa por su trabajo periodístico. El CPJ continúa investigando para determinar si las otras ocho muertes estuvieron relacionadas con el trabajo de las víctimas.