Nueva York, 25 de agosto de 2010–El reportero de radio hondureño Israel Zelaya Díaz fue encontrado muerto a balazos el martes a un costado de un camino rural cerca de la norteña ciudad de San Pedro Sula, el último asesinato de una serie alarmante de crímenes contra la prensa ocurridos en el país. El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) instó hoy a las autoridades hondureñas a conducir de inmediato una investigación exhaustiva sobre el asesinato de Zelaya.
Zelaya, de 56 años, reportero de la emisora Radio Internacional con sede en San Pedro Sula, fue visto por última vez el martes alrededor de las 2 p.m. mientras conversaba con un individuo a bordo de un taxi en una estación de venta de gasolina, informó el diario Tiempo. La policía local encontró el cadáver de Zelaya más tarde ese mismo día, con dos impactos de balas en la cabeza y uno en el pecho, según informes de prensa. Las autoridades hondureñas todavía no han informado sobre posibles móviles, ni han identificado a sospechosos del crimen.
Zelaya no había recibido amenazas recientemente, pero su casa sufrió daños en un incendio ocurrido tres meses atrás y cuyas causas se desconocen, de acuerdo con los colegas del periodista en Radio Internacional, Carlos Rodríguez Panting y Jesús Vélez Vanegas. Zelaya cubría una amplia gama de temas, incluyendo el acontecer político local y notas policiales, aunque no realizaba trabajos de investigación, aseguraron sus colegas al CPJ.
Ocho periodistas -incluyendo Zelaya- han sido asesinados desde marzo en Honduras, al menos tres en represalia por su labor, según una investigación del CPJ. En julio, un informe especial del CPJ encontró que el trabajo de los investigadores hondureños fue inconsistente y negligente. Funcionarios del gobierno han buscado minimizar los crímenes y restar importancia al clima de impunidad que se vive en el país, según un artículo del coordinador senior del programa de las Américas del CPJ, Carlos Lauría, publicado en el Blog del CPJ.
El CPJ continúa investigando el crimen de Zelaya para determinar si estuvo o no relacionado con su trabajo.
“Las autoridades hondureñas deben investigar de inmediato el asesinato de Zelaya, y enjuiciar a todos los responsables”, aseguró Lauría. “Con ocho periodistas asesinados este año, el gobierno debe comprometerse a investigar en profundidad todos los casos, algo que hasta el momento no se ha concretado”.