Nueva York, 27 de agosto de 2010–La acusación de terrorismo contra un periodista ecuatoriano es represalia por su dura crítica a las autoridades locales, aseguró hoy el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés).
El 19 de julio, un individuo no identificado arrojó una bomba de gas lacrimógeno para dispersar una turba durante la visita del Presidente Rafael Correa a la localidad norteña de La Concordia, según el periódico El Universo de Guayaquil. El gas alcanzó el estrado donde se encontraba Correa, quien tuvo que usar una máscara para protegerse. Juan Alcívar Ríos, corresponsal del diario La Hora de Quito y reportero de la radio local El Nuevo Sol, estaba cubriendo la visita presidencial junto a un grupo de periodistas.
El 20 de agosto, el juez Kléber Samaniego dictó una orden de prisión preventiva contra Alcívar, acusándolo de haber cometido un acto de terrorismo contra un funcionario público, indicó al CPJ el abogado del periodista, Eddie Morcillo. La orden de arresto fue dictada luego de que dos empleados de la municipalidad de La Concordia afirmaran que Alcívar había arrojado la bomba, según informes de la prensa local. Luego de recibir amenazas en su teléfono celular, y por temor a que atenten contra su vida, Alcívar decidió esconderse. Morcillo apeló la orden de prisión preventiva.
Alcívar es un duro crítico de la administración del alcalde de La Concordia, Walter Ocampo. El reportero afirmó que la acusación en su contra es una retaliación por su periodismo crítico, según informes de la prensa local. Periodistas de La Concordia, la organización de libertad de prensa Fundamedios -con sede en Quito- y el presidente de La Hora, Francisco Vivanco, también consideraron que la acusación era parte de una represalia.
El alcalde afirmó a El Universo que planea demandar a Alcívar por calumnias e injurias por denunciar que él estaría detrás de la acusación.
Manuel Toro, periodista del diario El Universo, quien también estaba cubriendo el evento presidencial junto con Alcívar, aseguró al CPJ que el reportero acusado no arrojó la bomba con gas lacrimógeno.
“La acusación contra Juan Alcívar Ríos son falsas”, afirmó Carlos Lauría, coordinador senior del programa de las Américas del CPJ. “Instamos a las autoridades ecuatorianas a que retiren esta acusación absurda por terrorismo. También solicitamos que la familia de Alcívar, que está siendo intimidada, reciba protección policial”.
Verónica Torres, la esposa del periodista, afirmó al CPJ que tanto ella como sus hijos han recibido llamadas anónimas en las que indagan sobre el paradero de Alcívar.
Según Fundamedios, desconocidos pintaron en julio una nota en el automóvil de Alcívar, en la que le decían: “Cállate, no jodas al alcalde”.