Nueva York, 12 de agosto de 2010–Un carro bomba estalló esta mañana temprano afuera del edificio de Caracol Radio en Bogotá, ocasionando serios daños materiales y provocando heridas en al menos nueve personas, según informes de prensa. El Presidente Juan Manuel Santos, quien asumió el sábado, describió la explosión como “un acto terrorista”, e indicó que estaba orientado a generar miedo en la población. El fiscal general Guillermo Mendoza señaló que el ataque estuvo dirigido contra la emisora, durante una entrevista con Caracol. “Es un acto de intimidación contra los medios de comunicación”, afirmó Mendoza sin proporcionar detalles.
Al menos 50 kilogramos de explosivos fueron detonados alrededor de las 5:30 a.m., según informes en la prensa local e internacional. La explosión causó daño considerable en las oficinas de Caracol Radio, pero la emisora pudo continuar con sus transmisiones. El edificio de 12 pisos también es sede de las oficinas de EFE, la agencia española de noticias, el consulado ecuatoriano y varios bancos. Las oficinas de EFE no resultaron dañadas. La explosión provocó rotura de vidrios en más de 20 edificios del vecindario, informó la prensa.
El comandante de la policía de Bogotá, general César Pinzón, sostuvo que la guerrilla de izquierda podría haber sido responsable del ataque, según informó la agencia Associated Press. Pinzón indicó que las autoridades no tenían certeza quién había sido blanco del atetando.
“Condenamos el ataque y estamos preocupados de que pueda tratarse de un atentado contra la prensa”, afirmó Carlos Lauría, coordinador senior del programa de las Américas del CPJ. “Apoyamos una investigación profunda y enérgica por parte de la fiscalía general. Nos preocupa que los medios puedan quedar atrapados, nuevamente, en medio del conflicto civil”.
En el conflicto armado de cinco décadas, los medios han sido blanco de ataques con explosivos en numerosas ocasiones. El más reciente ataque con un carro bomba contra un medio de comunicación ocurrió en febrero de 2005, cuando un vehículo explotó afuera de las oficinas de RCN Televisión y Radio en la Cali, la tercera ciudad del país.