Nueva York, 30 de junio de 2010—Un ex subdirector del servicio nacional de inteligencia colombiano recibió medida de aseguramiento por el asesinato del periodista Jaime Garzón ocurrido en 1999. José Miguel Narváez, el ex funcionario, está actualmente en prisión por otra causa judicial.
La Fiscalía General anunció la orden de detención el martes luego de que al menos tres ex jefes paramilitares implicaran a Narváez en la muerte de Garzón, informó el diario El Tiempo. Los ex líderes paramilitares ya habían ligado a Narváez con la muerte de militantes comunistas, según El Tiempo.
Nárvaez, quien fuera director del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) está en prisión desde agosto de 2009 por cargos vinculados al espionaje ilegal de jueces, periodistas, políticos opositores y organizaciones de derechos humanos, incluyendo el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés).
Nárvaez fue formalmente acusado del espionaje ilegal en enero de 2009 y enfrentará un juicio por esos cargos. El ex funcionario del DAS también ha sido vinculado al asesinato del político de izquierda Manuel Cepeda ocurrido en 1994, de acuerdo con información publicada por El Tiempo.
El abogado de Narváez, Ulises Durán, aseguró que su cliente apelará la medida, según el periódico El Espectador de Bogotá.
“Celebramos esta decisión como un importante avance en el todavía no resuelto asesinato de Jaime Garzón”, afirmó Carlos Lauría, coordinador senior del programa de las Américas del CPJ. “Las autoridades colombianas deben ahora identificar y enjuiciar a todos los responsables de ejecutar el asesinato”.
Garzón, humorista político y periodista de radio y televisión, fue asesinado el 13 de agosto de 1999 por dos hombres armados en una motocicleta que le dispararon alrededor de las 6 a.m., mientras se dirigía a su trabajo en Bogotá. El 10 de marzo de 2004, un juzgado de Bogotá condenó al jefe paramilitar Carlos Castaño a 38 años de prisión por también ordenar el homicidio de Garzón, informó El Tiempo. Castaño desapareció en abril de 2004 y se cree que fue asesinado por otros líderes paramilitares.
Colombia tiene la tasa más alta de impunidad en crímenes de periodistas en América Latina, según el Índice de Impunidad del CPJ, que calcula el número de homicidios de periodistas no resueltos en relación con la población de cada país.