Nueva York, 4 de diciembre de 2008-Reflejando la creciente influencia de los reportajes y comentarios en Internet, en la actualidad existen más periodistas encarcelados de este medio que de cualquier otro. En su análisis anual de periodistas presos por su labor, publicado hoy, el Comité para la Proteccion de Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) encontró que el 45 por ciento de todos los trabajadores de medios encarcelados a nivel mundial son bloggers, reporteros que trabajan para la Web o editores de Internet. Los periodistas de Internet representan la categoría profesional más grande por primera vez en el censo del CPJ.
Según el análisis del CPJ, 125 periodistas se encontraban recluidos el primero de diciembre, dos menos que en la lista de 2007. (Informes detallados sobre cada periodista preso están disponibles en el sitio Web del CPJ). China continúa siendo el país con el mayor número de periodistas encarcelados, una deshonra que ha mantenido durante 10 años consecutivos. Cuba, Myanmar, Eritrea y Uzbekistán se encuentran en los cinco primeros lugares de la lista de 29 naciones que encarcelan a periodistas.
De acuerdo al censo del CPJ, al menos 56 periodistas de Internet están encarcelados en todo el mundo, una cifra que supera por primera vez el número de periodistas de prensa escrita. El número de periodistas de Internet encarcelados ha aumentado en forma consecutiva desde que el CPJ informó sobre el primer escritor de Internet encarcelado en el censo de 1997. Los reporteros de prensa escrita, editores y fotógrafos constituyen la siguiente categoría profesional con más periodistas encarcelados, con 53 casos en 2008. Periodistas de radio y televisión y los documentalistas constituyen el resto.
“El periodismo de Internet cambió el panorama de los medios y la forma en la que nos comunicamos”, declaró el Director Ejecutivo del CPJ, Joel Simon. “Sin embargo, el poder y la influencia de esta nueva generación de periodistas de Internet ha captado la atención de los gobiernos represivos alrededor del mundo y aceleró su contraataque”.
En octubre, el CPJ se unió a compañías de Internet, inversionistas y grupos de derechos humanos para combatir la represión gubernamental de la expresión en Internet. Después de dos años de negociaciones, este grupo anunció la creación del Global Network Initiative, que establece pautas para permitir que la libertad de expresión y la privacidad en la Web sean protegidas por la Internet y las compañías de telecomunicaciones. Yahoo, Google y Microsoft se han unido a esta iniciativa.
Como consecuencia de la evolución de los medios, el incremento en los encarcelamientos relacionados con el periodismo de Internet va acompañado por un aumento en los encarcelamientos de periodistas frelenace. De acuerdo con el censo realizado por el CPJ, 45 de los periodistas encarcelados son freelance. Estos periodistas no son empleados de ninguna compañía de medios y normalmente no tienen los recursos legales o vínculos políticos que les permitan recobrar su libertad. El número de periodistas freelance encarcelados ha aumentado por más de 40 por ciento durante los últimos dos años, según las investigaciones del CPJ
“La imagen de un blogger solitario trabajando desde su casa en pijamas puede ser atractiva, pero cuando tocan a la puerta, ellos están solos y vulnerables”, señaló Simon. “Todos nosotros-desde las compañías de Internet hasta los periodistas y defensores de la libertad de prensa-debemos luchar por sus derechos. El futuro del periodismo es Internet y nos encontramos en una batalla con los enemigos de la libertad de prensa que usan la cárcel para definir los límites del discurso publico”.
El CPJ encontró que las acusaciones por supuestos delitos antiestatales tales como subversión, divulgación de secretos de estado y actuar en contra de los intereses nacionales son las imputaciones más comunes para encarcelar a los periodistas alrededor del mundo. Cerca del 59 por ciento de los periodistas son detenidos bajo estas acusaciones, la mayoría por el gobierno chino y el gobierno cubano.
Aproximadamente el 13 por ciento de los periodistas en prisión no se enfrenta a acusaciones formales. En diferentes países como Eritrea, Israel, Irán, Estados Unidos y Uzbekistán, dónde los periodistas son detenidos indefinidamente sin el debido proceso, la utilización de esta táctica es común. Por lo menos 16 periodistas a nivel mundial están detenidos en lugares secretos. Entre ellos se encuentra el periodista de Gambia, el “Jefe” Ebrima Manneh, cuyo paradero, situación legal y estado de salud se han mantenido en secreto desde su arresto en julio de 2006. Desde el Senado de Estados Unidos hasta la Corte Africana de Derechos Humanos, observadores internacionales han instado a las autoridades para que liberen a Manneh, quien fue encarcelado por tratar de publicar un reportaje crítico sobre el presidente Yahya Jammeh.
El crecimiento del periodismo de Internet y de sus riesgos es evidente en China, dónde 24 de los 28 periodistas encarcelados trabajaban para medios de Internet. La lista de China incluye a Hu Jia, un destacado activista de derechos humanos y blogger, quien cumple una sentencia de tres años y medio por haber hecho comentarios y entrevistas en Internet, criticando al Partido Comunista. Hu Jia fue condenado por “incitación a la subversión al poder estatal”, una acusación comúnmente utilizada por las autoridades en China para encarcelar a los escritores críticos. Al menos 22 periodistas han sido encarcelados en China acusados por delitos en contra del Estado definidos con lenguaje impreciso.
Cuba, el segundo país con mayor número de periodistas encarcelados en el mundo, liberó a dos periodistas durante este año después de negociaciones con España. España, que anunció la reanudación de programas de cooperación con Cuba en febrero, ha buscado la liberación de los escritores y disidentes en prisión durante sus conversaciones con La Habana. No obstante, el primero de diciembre, Cuba mantenía encarcelados a 21 escritores y editores. Con una sola excepción, todos fueron detenidos durante una embestida contra la prensa independiente en marzo de 2003. En noviembre, el CPJ le otorgó el Premio Internacional a la Libertad de Prensa a Héctor Maseda Gutiérrez, quien a sus 65 años es el periodista de más edad encarcelado en Cuba.
Myanmar, el tercer país con más periodistas en la cárcel, mantiene en prisión a 14 periodistas. Cinco de ellos fueron arrestados mientras trataban de difundir noticias e imágenes de los lugares devastados por el Ciclón Nargis. El blogger y comediante Maung Thura, quien profesionalmente usa el nombre Zarganar, fue sentenciado a 59 años en prisión, después de un proceso judicial a puerta cerrada en noviembre. Las autoridades acusaron a Maung Thura de repartir ilegalmente un video mostrando los esfuerzos de rescate en las áreas más afectadas por el ciclón, de comunicarse con disidentes exiliados y de causar alarma pública a través de comentarios en medios extranjeros.
Eritrea, con 13 periodistas en prisión, se ubica cuarto en la lista. Las autoridades de Eritrea se rehúsan a revelar el paradero, la situación legal o el estado de salud de los periodistas encarcelados. Reportes sin confirmar en Internet afirman que tres de los periodistas encarcelados murieron detenidos, pero las autoridades eritreas ni siquiera han confirmado si los periodistas que tienen bajo su custodia están vivos o muertos.
Uzbekistán, con seis periodistas detenidos, es el quinto país con más periodistas en la cárcel. Aquellos bajo custodia incluyen a Dzhamshid Karimov, sobrino del presidente del país. Karimov, un reportero que trabaja para sitios Web de noticias independientes, ha estado recluido por la fuerza en un hospital siquiátrico desde 2006.
A continuación se describen otras tendencias y detalles que surgieron a partir del análisis del CPJ:
* En cerca del 12 por ciento de los casos, los gobiernos utilizaron una variedad de acusaciones no relacionadas con el periodismo para reprimir a redactores, editores y fotoperiodistas críticos. Dichas acusaciones oscilan entre violaciones regulatorias y posesión de droga. En los casos incluidos en este análisis, el CPJ determinó que las acusaciones fueron muy posiblemente el resultado de una represalia contra el trabajo de los periodistas.
* Violaciones de reglas sobre censura, la segunda acusación más común, fue presentada en un 10 por ciento de los casos. La difamación penal fue presentada en un 7 por ciento de los casos mientras que acusaciones de insulto étnico o religioso fueron presentadas en un 4 por ciento. Dos periodistas se encuentran encarcelados por presentar lo que las autoridades consideraron noticias “falsas”. (Más de una de las acusaciones puede aplicarse a casos individuales).
* Reporteros de la prensa escrita e Internet constituyen la mayor parte del censo. Periodistas de televisión componen la siguiente categoría más numerosa, con un 6 por ciento de los casos. Reporteros de radio comprenden un 4 por ciento y documentalistas un 3 por ciento.
* El análisis de 2008 refleja que por segundo año consecutivo el número de periodistas encarcelados disminuyó. Dicho lo anterior, la cifra de 2008 es consistente con los resultados de los análisis efectuados cada año desde 2000. Investigaciones del CPJ indican que el encarcelamiento aumentó significativamente después de que los gobiernos del mundo entero impusieran dramáticas leyes de seguridad nacional tras los ataques terroristas de 2001 en los Estados Unidos. En el 2000, había 81 periodistas en la cárcel. Desde entonces, el promedio de las encuestas anuales del CPJ es de 129.
* Estados Unidos, que mantiene preso en Irak al fotógrafo Ibrahim Jassam sin ninguna acusación, entró en la lista del CPJ de los países que encarcelan periodistas por quinto año consecutivo. Durante este periodo, las autoridades militares de los Estados Unidos han encarcelado a docenas de periodistas en Irak-algunos por días, otros por meses-sin ninguna acusación o debido proceso. En estos casos, ninguna acusación ha sido corroborada.
* El CPJ no aplica una definición rígida de periodismo de Internet, pero evalúa cuidadosamente el trabajo de los bloggers y de los reporteros que trabajan para la Web con el fin de determinar si su contenido es de carácter periodístico. En general, el CPJ busca determinar si su trabajo contiene reportajes o comentarios basados en hechos. En una sociedad represiva, dónde los medios tradicionales son restringidos, el CPJ utiliza un enfoque global ante el trabajo producido en Internet.
El CPJ considera que los periodistas no deben ser encarcelados por cumplir con su trabajo informativo. La organización ha enviado cartas a cada uno de los países dónde hay periodistas encarcelados cartas para expresar su preocupación.
La lista del CPJ es un recuento de aquellos periodistas encarcelados hasta la medianoche del primero de diciembre de 2008. No incluye a muchos periodistas presos y liberados durante el año; el detalle de esos casos puede encontrarse en www.cpj.org. Los periodistas permanecen en la lista del CPJ hasta que la organización determine con certeza razonable que han sido liberados o que murieron en custodia.
Los periodistas que desaparecen o son secuestrados por entidades no estatales, incluyendo bandas criminales, grupos rebeldes o militantes, no están incluidos en la lista de reporteros encarcelados. Sus casos son clasificados como “desaparecidos” o “secuestrados.”