Nueva York, 23 de agosto del 2007—El miércoles en la noche, el reportero radial Tito Alberto Palma fue asesinado a tiros en la casa de un amigo en Mayor Otaño, ciudad al sureste de Paraguay. El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) instó hoy a las autoridades paraguayas a investigar exhaustivamente su asesinato y a enjuiciar a todos los responsables.
Palma, reportero de la radio local Mayor Otaño y corresponsal de Radio Chaco Boreal en Asunción, estaba cenando en casa de un amigo cuando dos individuos vestidos con uniformes de camuflaje entraron a las 10:40 p.m., según informes de prensa y entrevistas del CPJ. Sin decir una palabra, los dos hombres empezaron a disparar, indicó a la prensa local Aparicio Martínez, dueño de la casa. Palma recibió balazos en la frente, el cuello, los brazos y las piernas, señaló al CPJ Vicente Páez, Secretario General del Sindicato de Periodistas de Paraguay. Wilma Martínez, una amiga de Palma, resultó herida en la pierna pero hoy se encuentra en condición estable, informó la prensa local.
Palma, de 48 años, era ciudadano Chileno. A menudo denunciaba el crimen organizado, el contrabando de combustibles y la corrupción en el gobierno local del departamento de Itapúa, narró al CPJ Erico González, un colega de Radio Chaco Boreal. Palma también había informado recientemente sobre la existencia de radios ilegales en Mayor Otaño, ciudad en la frontera con Argentina a 285 millas de Asunción.
Durante años, Palma había recibido amenazas de muerte, González señaló al CPJ. Sin embargo, las llamadas anónimas con amenazas de muerte contra el reportero y su familia se habían intensificado durante el último mes, advirtió González. En la semana previa a su asesinato, Palma había anunciado al aire que regresaría a Chile por las amenazas en su contra, Páez explicó al CPJ. Palma residía en Paraguay desde 1991.
Según informes de la prensa paraguaya, la policía local hizo público hoy un comunicado informando que se lleva a cabo una investigación aunque no especuló sobre un posible móvil. González indicó al CPJ que los colegas de Palma creen que su asesinato fue represalia por su trabajo.
“Ofrecemos nuestras más sentidas condolencias a la familia, los colegas y los amigos de Tito Palma”, expresó el Director Ejecutivo del CPJ, Joel Simon. “Instamos a las autoridades paraguayas a conducir una investigación exhaustiva y oportuna del asesinato de Palma, a encontrar a todos los responsables y a llevarlos ante la justicia”.
Las investigaciones del CPJ indican que los periodistas que informan sobre narcotráfico o corrupción local en zonas fronterizas de Paraguay sufren a menudo violentas represalias. En febrero del 2006, pistoleros no identificados le dispararon a Augusto Roa, corresponsal de ABC Color en Encarnación, después de que escribiera tres notas de investigación detallando la producción y el tráfico de marihuana en el sur de Paraguay. Roa no resultó herido.
En Julio del 2006, Luis Alcides Ruiz Díaz, reportero del semanario Hechos, en la ciudad fronteriza de Pedro Juan Caballero, fue amenazado de muerte luego de publicar los nombres de supuestos traficantes. En Mayo de este año, Oscar Bogado Silva, corresponsal en Encarnación del diario Última Hora de Asunción, recibió repetidas amenazas de muerte tras informar sobre corrupción y tráfico de drogas.