Nueva York, 18 de noviembre del 2003—El periodista cubano Bernardo Rogelio Arévalo Padrón fue liberado la semana pasada tras cumplir una condena de seis años de cárcel por el delito de desacato. En una entrevista telefónica con el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés), narró que fue objeto de torturas físicas y sicológicas de parte de las autoridades penitenciarias.
«Las denuncias de tortura son en extremo perturbadoras y ameritan una investigación inmediata», declaró Ann Cooper, Directora Ejecutiva del CPJ, «y aumentan nuestra preocupación por los otros 28 periodistas cubanos encarcelados que han denunciado maltratos».
Arévalo Padrón fue liberado de la cárcel de máxima seguridad de Ariza, en la provincia central de Cienfuegos, el 13 de noviembre. El periodista afirmó que había sido torturado física y sicológicamente cuando estaba preso. En abril de 1998, indicó, dos oficiales de la prisión lo golpearon brutalmente en el rostro y en la espalda al negarse a gritar consignas en favor del gobierno. Como castigo, Arévalo Padrón fue luego enviado a una pequeña celda donde no recibió atención médica inmediata. «Ahí estuve un año y dos meses», precisó el periodista. En la golpiza, le quebraron el tabique nasal y ahora sólo puede respirar por el orificio nasal izquierdo, apuntó.
Encarcelado por desacato a Castro
Arévalo Padrón, fundador de la agencia de prensa independiente Línea Sur Press, fue sentenciado en octubre de 1997 a seis años de cárcel por desacato al Presidente Fidel Castro Ruz y al miembro del Consejo de Estado Carlos Lage. Las acusaciones se derivaron de una series de entrevistas que Arévalo Padrón otorgó en 1997 a radioemisoras con sede en Miami, en las que denunció que mientras los campesinos cubanos no tenían qué comer, helicópteros del gobierno transportaban carne fresca desde el campo hasta las mesas del Presidente Castro, Lage y otros funcionarios del Partido Comunista.
El periodista comenzó a cumplir la sentencia el 18 de noviembre de 1997 en la cárcel de máxima seguridad de Ariza. El 6 de enero del 2000, fue trasladado al campamento de trabajo No. 20, donde permaneció cuatro meses. El 6 de abril del 2000, lo enviaron al campamento de trabajo San Marcos, donde trabajó limpiando cañaverales con un machete. Las autoridades penitenciarias lo amenazaron con enviarlo a una prisión de máxima seguridad si no cumplía la norma de producción.
Debido al arduo trabajo en los campamentos, Arévalo Padrón comenzó a presentar síntomas de sacrolumbagia y bloqueo coronario. En septiembre del 2000, las autoridades penitenciarias por fin le permitieron ver a un médico, quien determinó que debido a su deficiente salud, no debía realizar esfuerzo físico y debía llevar permanentemente una faja ortopédica.
En octubre del 2000, las autoridades penitenciarias le informaron a Arévalo Padrón que habían aprobado su libertad condicional. Sin embargo, el periodista permaneció en el campamento de trabajo, en violación de las leyes cubanas.
El 21 de enero del 2001, Arévalo Padrón fue trasladado al campamento de trabajo El Diamante, donde los oficiales de la prisión continuaron acosándolo. El 30 de junio del 2001, el periodista fue llevado a un campamento de trabajo cerca de la prisión de Ariza. En este campamento, Arévalo Padrón fue ubicado en un cubículo para prisioneros con enfermedades crónicas, donde estaba exento de realizar trabajo físico pero carecía de atención médica y alimentación debidas, y permaneció encerrado en condiciones antihigiénicas. Pese a su derecho legal a recibir libertad condicional, las autoridades del campamento le decían que iba a cumplir toda la sentencia.
En julio del 2002, Arévalo Padrón fue llevado de nuevo a la cárcel de máxima seguridad de Ariza, donde su esposa lo podía visitar con menor frecuencia y las condiciones eran más severas. En diciembre del 2002, contrajo leptospirosis, una infección bacteriana que le fue tratada con antibióticos suministrados por su esposa. «Estaban obligados a ingresarme en el Hospital Provincial [de Cienfuegos] y a aislarme, porque era una infección, pero no lo hicieron», señaló Arévalo Padrón.
Comentando sus planes futuros, Arévalo Padrón indicó al CPJ que seguirá trabajando de periodista independiente. Refirió que el 10 de octubre del 2003, cuando aún estaba en la cárcel, junto con el disidente preso Jorge Luis García Pérez, conocido como «Antúnez», fundó una agencia de prensa independiente llamada José Maceo, en honor a un héroe de las guerras de independencia contra España.
En el período de enero del 2001 a marzo del 2003, Arévalo Padrón fue el único periodista de las Américas que estuvo preso por ejercer la profesión periodística. En marzo, 28 periodistas independientes cubanos, aproximadamente la tercera parte de la prensa independiente de la isla, fueron detenidos en un gigantesco operativo gubernamental y enviados a la cárcel.