Colombia: falta de avances en investigación del caso de Bedoya

14 de septiembre del 2000

Su Excelencia Andrés Pastrana Arango
Presidente de la República de Colombia
Casa de Nariño
Bogotá, Colombia

VIA FAX: 571-286-7434 / 286-7937 / 284-2186

Su Excelencia:

El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) está profundamente consternado por la falta de avance en las investigaciones de la Fiscalía General en torno al secuestro y tortura de Jineth Bedoya Lima, una destacada periodista investigativa del diario bogotano El Espectador.

Según las investigaciones del CPJ, Bedoya fue secuestrada casi seguramente por fuerzas paramilitares ultraderechistas. Hay pruebas circunstanciales de que personal de seguridad colombiano fue cómplice en el secuestro, ocurrido en pleno día frente a una cárcel local. Sin embargo, hasta ahora las autoridades no han emprendido esfuerzos serios por entrevistar a guardias carceleros ni a otros testigos clave.

Como Su Excelencia sabe, Bedoya fue secuestrada el 25 de mayo frente a la cárcel La Modelo, cerca de Bogotá. Tras ser drogada y capturada a punta de pistola, fue llevada en un vehículo en un viaje de tres horas hasta la ciudad de Villavicencio, donde fue brutalmente maltratada. Bedoya fue hallada 10 horas después, con un ataque de nervios, saliendo de un basurero junto a la carretera.

Se cree que el motivo del secuestro fue la cobertura por parte de El Espectador de una batalla en La Modelo el 27 de abril entre delincuentes comunes y presos que pertenecían a facciones paramilitares. El Espectador había dado a entender que durante la batalla los líderes paramilitares habían ordenado ajusticiamientos. Bedoya reportó ampliamente sobre los disturbios en la cárcel, con lo cual al parecer ofendió a los cabecillas paramilitares.

Bedoya visitó La Modelo el 25 de mayo a fin de entrevistar a un cabecilla paramilitar conocido como “El Panadero”. Ella deseaba enfrentarlo sobre recientes amenazas de muerte proferidas a ella y a algunos de sus colegas en El Espectador.

Carlos Castaño, líder de la organización paramilitar Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), ha negado públicamente todo vínculo con el secuestro de Bedoya. Sin embargo Bedoya, antes de ser llevada a Villavicencio – un baluarte de los paramilitares – fue llevada a una casa clandestina a poca distancia de la puerta de la cárcel. Aún si Castaño no está directamente involucrado, parece casi seguro que el ataque fue perpetrado por individuos vinculados a las AUC.

Apreciamos el compromiso de Su Excelencia en el sentido de que su gobierno “fortalecerá la acción que ha venido desempeñando en defensa de la libertad de expresión”, tal como está establecido en su carta al CPJ del 28 de junio. Además aplaudimos como un paso en la dirección correcta el Decreto 1592 del 18 de agosto, que crea el Programa de Protección a Periodistas y Comunicadores Sociales. Sin embargo, creemos que las autoridades colombianas deben investigar más exhaustivamente los ataques contra periodistas para que tales iniciativas puedan prosperar.

El CPJ apoya la decisión de Su Excelencia de asignar dos guardaespaldas a Bedoya las 24 horas del día, pero creemos que la mejor protección sería poner a disposición de la justicia a los responsables de su tortura. Esto demostraría a Bedoya y a sus colegas que el gobierno y el sistema judicial colombianos son capaces de garantizar su seguridad y su derecho a informar libremente sobre el conflicto interno de su país.

El CPJ agradecería cualquier nueva información que pueda surgir de la investigación de este caso. Gracias por su consideración.

Atentamente,
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Ann K. Cooper
Directora Ejecutiva