El Comité para la Protección de Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) instó hoy a las autoridades salvadoreñas a pronunciarse sobre el descubrimiento del software de espionaje Pegasus en los dispositivos de, como mínimo, 30 periodistas salvadoreños, con lo cual el CPJ se sumó a 14 organizaciones, medios e individuos en un comunicado público disponible en inglés y español.
El comunicado hace referencia a un caso que refleja “una de los usos más persistentes e intensos de Pegasus para vigilar a periodistas alrededor del mundo” sobre la base del análisis forense de decenas de teléfonos, realizado por las organizaciones de derechos humanos e investigación Access Now, Front Line Defenders, The Citizen Lab, Amnistía Internacional, Fundación Acceso y SocialTIC.
Dispositivos pertenecientes a 35 personas, la mayoría de ellos periodistas, además de algunas figuras de la sociedad civil, fueron infectados con el software espía Pegasus entre julio de 2020 y noviembre de 2021, según los hallazgos. Más de la mitad de estas personas trabajaban para el medio digital independiente El Faro. Pegasus puede monitorear los teléfonos y extraer contenidos sin que las personas usuarias se enteren. Algunos de los dispositivos fueron infiltrados más de 40 veces, indicó el comunicado.
Desde que el presidente salvadoreño Nayib Bukele fue elegido en 2019, él y otros altos representantes del Gobierno han recurrido al discurso anti medios en reiteradas ocasiones y han hostigado a medios independientes, a periodistas individuales y a críticos de la gestión gubernamental.
El comunicado expresa que no se ha esclarecido quién es el responsable de la campaña de vigilancia, pero la empresa israelí NSO Group sostiene que solo vende la licencia del software Pegasus a organismos gubernamentales que investigan la delincuencia y el terrorismo. El CPJ envió un correo electrónico a esta empresa para preguntarle acerca de sus posibles clientes salvadoreños, pero no recibió respuesta antes de la publicación de este comunicado.
El CPJ ha documentado cómo se ha utilizado el software de espionaje en contra de los periodistas y sus allegados a escala mundial, y ha hecho un llamado a favor de una moratoria sobre su venta hasta que no se implementen mejores garantías.