Nueva York, 21 de mayo del 2004—El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) ha conocido que el periodista cubano preso Normando Hernández González, quien está encarcelado en la prisión Kilo 5 1/2 en la occidental provincia de Pinar del Río, ha comenzado una huelga de hambre en protesta por las condiciones penitenciarias.
Hernández González, quien cumple una sentencia de privación de libertad de 25 años, es uno de los 29 periodistas encarcelados en Cuba.
El periodista se declaró en huelga de hambre el 7 de mayo, cuando guardias de la prisión lo sacaron a la fuerza de la celda donde se encontraba en aislamiento y lo llevaron a un destacamento de presos comunes, su esposa, Yaraí Reyes, refirió al CPJ. Hernández González, quien dice que es un prisionero de conciencia, comenzó la huelga en protesta por su encierro junto con delincuentes comunes. El periodista dejó de ingerir líquidos por varios días pero ya volvió a tomar líquidos.
El 12 de mayo, durante una visita familiar, Reyes vio a su esposo, quien estaba muy delgado, pálido y demacrado. Antes de la visita, las autoridades de la prisión se reunieron con Reyes y le dijeron que persuadiera a su esposo de que interrumpiera la huelga de hambre.
En septiembre del 2003, Hernández González se sumó al periodista preso Manuel Vázquez Portal y a otros disidentes de la prisión de Boniato, ubicada en la oriental provincia de Santiago de Cuba, en una huelga de hambre que duró una semana. Como castigo por su participación en la huelga, Hernández González fue enviado a la prisión de Kilo 5 1/2 en Pinar del Río, en el otro extremo de la isla.
«Reiteramos nuestras demandas al gobierno cubano de que libere a los 29 periodistas», declaró Ann Cooper, Directora Ejecutiva del CPJ. «Además, los periodistas presos no deben ser sometidos en ningún caso a tratamiento degradante».
Antecedentes
Hernández González, director de la agencia noticiosa independiente Colegio de Periodistas Independientes de Camagüey, es uno de los 29 periodistas independientes cubanos que fueron encarcelados en abril del 2003 en una masiva campaña gubernamental contra la prensa independiente y la oposición política.
Los periodistas presos, quienes han sido ubicados en pabellones de máxima seguridad, han denunciado las malas condiciones sanitarias y la inadecuada atención médica. También se han quejado de que los alimentos que reciben huelen mal o están en mal estado. Aunque algunos de ellos comparten celda con presos comunes, otros continúan en total aislamiento.