Ciudad de México, 24 de mayo de 2018–Las autoridades federales mexicanas han abierto una investigación sobre el caso de asesinato del periodista de radio y televisión Juan Carlos Huerta, quien fue baleado cerca de su hogar en Villahermosa, la capital de Tabasco, el 15 de mayo.
Ricardo Sánchez Pérez del Pozo, titular de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE), declaró al CPJ que su organismo había abierto una investigación del asesinato y que había enviado representantes a Tabasco para colaborar en el caso con las autoridades estatales.
La medida federal se toma luego de que el fiscal general de Tabasco, Fernando Valenzuela Pernas, declaró en un comunicado que las autoridades estatales habían descartado que el asesinato estuviera vinculado con la labor del periodista.
“Luego de las declaraciones ofrecidas por las autoridades estatales de Tabasco, quienes apresuradamente descartaron el trabajo periodístico como motivo del asesinato de Juan Carlos Huerta, las autoridades federales mexicanas tienen la oportunidad de mostrar que están comprometidas a defender el derecho a la libre expresión”, declaró Jan-Albert Hootsen, representante del CPJ en México. “El CPJ saluda la intervención de la FEADLE e insta a las autoridades a realizar una investigación exhaustiva sobre el asesinato”.
Huerta, de 47 años, era propietario de la radioemisora Sin Reservas, la cual él había fundado en enero, según informaciones de prensa. Además de su trabajo en la radioemisora, Huerta presentaba “Notinueve“, noticiero televisivo que se transmitía en el Canal 9 local.
Tanto Sin Reservas como “Notinueve”, cubren noticias generales estatales y nacionales, la política local y nacional, y asuntos internacionales. En los días previos al asesinato de Huerta, las transmisiones de la radioemisora y el noticiero del Canal 9 principalmente se habían dedicado a la campaña política para las elecciones presidenciales y a la Gobernación de Tabasco, según informaciones de prensa. Varios periodistas de Tabasco declararon al CPJ que los programas, particularmente los de Sin Reservas, tenían una gran audiencia en el estado.
En declaración ofrecida a los medios locales el 15 de mayo, Valenzuela afirmó que sujetos desconocidos que se desplazaban en un SUV color gris le habían disparado a Huerta mientras éste se encontraba en su auto. El periodista fue alcanzado por cuatro disparos como mínimo y murió en el instante, según Valenzuela, quien citó a testigos no identificados.
El 21 de mayo, el fiscal general había expresado en un comunicado que las autoridades habían descartado la labor del periodista como motivo del crimen luego de revisar imágenes de video, realizar entrevistas y analizar aparatos electrónicos no especificados. Según Valenzuela, el asesinato había sido premeditado y la Fiscalía seguía dos líneas de investigación, sin dar mayores detalles sobre cuáles eran.
Entre el 21 y el 23 de mayo, el CPJ intentó en numerosas ocasiones comunicarse con el fiscal general de Tabasco para obtener sus declaraciones, pero dichos intentos no recibieron respuesta.
En comunicado divulgado el día del asesinato, el gobernador de Tabasco, Arturo Núñez, había declarado que Huerta había sido el objetivo de los atacantes.
Un vocero del Mecanismo Federal para la Protección de Defensores de los Derechos Humanos y Periodistas, quien solicitó el anonimato, declaró al CPJ el 18 de mayo que Huerta no había denunciado ninguna amenaza ante el mecanismo y no participaba en ningún esquema de protección federal.
Al 23 de mayo y luego de varios intentos, el CPJ no había logrado comunicarse con los compañeros de Huerta en la radioemisora.
México es uno de los países del hemisferio occidental más peligrosos para el ejercicio del periodismo. Antes del asesinato de Huerta, como mínimo dos periodistas mexicanos habían sido asesinados en represalia por su labor, solamente en lo que va de 2018, según datos del CPJ.