Ciudad de México, 6 de octubre de 2017 – Las autoridades en México deben llevar a cabo una investigación celera y creíble del asesinato del fotógrafo Edgar Daniel Esqueda Castro, declaró hoy el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés).
Un portavoz de la procuraduría estatal afirmó al CPJ hoy que las autoridades estatales hallaron el cadáver de Esqueda Castro esta mañana cerca del aeropuerto de la ciudad de San Luis Potosí. Su cuerpo tenía tres impactos de bala, según la procuraduría.
La esposa de Esqueda Castro, cuyo nombre se mantiene en el anonimato por motivos de seguridad, señaló al CPJ que sujetos armados en uniformes policiales que se identificaron como policía local levantaron a Esqueda Castro ayer en su domicilio en San Luis Potosí.
Ella añadió que los hombres, armados con pistolas y al menos un fusil automático, rompieron la ventana de la puerta delantera de su domicilio e irrumpieron en el cuarto donde ella y su esposo dormían en ese momento. Los atacantes entonces quitaron los celulares y sacaron a Esqueda Castro a punta de pistola, la esposa del periodista señaló.
“Las autoridades mexicanas deben investigar con celeridad la privación ilegal de libertad y asesinato de Edgar Daniel Esqueda Castro y llevar a todos los responsables del crimen ante la justicia”, declaró Alexandra Ellerbeck, coordinadora del programa de Norteamérica del CPJ, desde nueva york. “Los delincuentes, a veces vinculados a actores estatales, saben que pueden asesinar a periodistas en México debido a la impunidad crónica por tales crímenes. Hasta que eso cambie, la violencia continuará”.
La Procuraduría General de Justicia del Estado de San Luis Potosí divulgó una breve declaración en los medios sociales el jueves, en la cual afirmó que no las autoridades estatales investigaban la privación ilegal de libertad y negó que la policía estatal tuvo cualquier implicación en el levantamiento. La declaración añadió que no había ninguna orden de arresto contra Esqueda Castro.
Ricardo Sánchez Pérez del Pozo, titular de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE), declaró al CPJ el jueves que su unidad había abierto una investigación por separado.
Esqueda Castro se desempeñaba como fotógrafo freelance de dos sitios noticiosos locales, Vox Pópuli y Metrópoli San Luis, y editaba un sitio de noticias personal llamado Infórmate San Luis. De acuerdo con su editor de Vox Pópuli, Gerardo Guillermo Almendáriz, Esqueda Castro en su mayor parte cubría actividades sociales, pero en ocasiones también los delitos y la violencia.
En los últimos meses Esqueda Castro había recibido varias amenazas por parte de agentes de la policía local mientras realizaba su trabajo, de acuerdo con los testimonios de la esposa y de Guillermo Almendáriz, El 13 de julio, agentes policiales amenazaron a Esqueda Castro verbalmente, le tomaron fotos a su identificación, que tenía su dirección, y le dijeron que estaban vigilando su domicilio. Por separado, el 4 de julio, varios agentes policiales golpearon Esqueda Castro y amenazaron con quitarle la cámara mientras tomaba fotos en el escenario de una balacera.
Esqueda Castro comunicó ambos incidentes a las autoridades estatales e interpuso una denuncia ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), según Guillermo Almendáriz.
En declaración divulgada esta tarde, el Mecanismo Federal para la Protección de Defensores de los Derechos Humanos y Periodistas, un organismo gubernamental que ofrece medidas de protección a los periodistas que sufren amenaza de violencia, confirmó las amenazas y declaró que le había ofrecido medidas de protección a Esqueda Castro. Según el mecanismo, Esqueda Castro había rechazado la protección con el argumento de que no había recibido ninguna otra amenaza en los meses posteriores a los dos incidentes de julio.
El jueves Guillermo Almendáriz y la esposa del periodista confirmaron al CPJ que Esqueda Castro no se había inscrito en ningún esquema de protección.
México es uno de los países con el mayor número de asesinatos de periodistas en el hemisferio occidental. En 2017, por lo menos cuatro periodistas han sido asesinados en represalia directa por su trabajo, según datos del CPJ, y el CPJ investiga las circunstancias de otro asesinato. El CPJ ha documentado la desaparición de 14 periodistas en México, sin contar el caso de Esqueda Castro. En mayo, el periodista Salvador Adame Pardo fue secuestrado en su hogar, en el estado mexicano de Michoacán.