Ciudad de México, 26 de enero de 2016–El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas inglés) insta a las autoridades mexicanas investigar el asesinato de Marcos Hernández Bautista, incluyendo la posibilidad de que el asesinato estuviera vinculado con su labor informativa, encontrar a todos los responsables y enjuiciarlos.
Hernández, reportero del diario Noticias, Voz e Imagen de Oaxaca, murió el jueves como consecuencia de un disparo en la cabeza con una pistola de 9mm, mientras se disponía a abordar a su auto afuera de un bar en la municipalidad de San Andrés Huaxpaltepec, en el estado de Oaxaca, según su periódico y otros informes de prensa.
“Las autoridades mexicanas deben investigar a fondo el asesinato de Marcos Hernández Bautista, determinar el motivo y enjuiciar a los responsables,” señaló Carlos Lauría, coordinador senior del programa de las Américas desde Nueva York. “El gobierno de México debe poner fin al ciclo de violencia e impunidad que ha convertido México en uno de los países más peligrosos en el mundo para la prensa.”
Ismael Sanmartín Hernández, director editorial de Noticias, Voz e Imagen de Oaxaca, indicó al CPJ que Hernández “abordó el tema de los cacicazgos locales” -en referencia a caciques locales que ejercen control en zonas de la región- e informó sobre su supuesta influencia en la política local. “Muchas veces tenía miedo,” agregó Sanmartín. El director afirmó que Hernández había cubierto temas sensibles y sentía temor, pero no ofreció más detalles. Varios intentos por obtener más información por parte de Sanmartín resultaron infructuosos.
Hernández, de 38 años, también fue un corresponsal de la radio La Ke Buena en la municipalidad de Pinotepa Nacional y una radio comunitaria en Santiago Jamiltepec, según noticias locales y un colega del diario, quien habló con CPJ. El colega, quien pidió permanecer en el anonimato por temor de represalias, señaló que Hernández cubría temas sociales, incluyendo la pobreza, la educación y la política. Añadió que Hernández había informado recientemente sobre protestas de residentes locales contra la construcción de una represa. El colega agregó que no sabía sobre amenazas contra Hernández, pero que el periodista tenía miedo por sus informes sobre temas sensibles.
El procurador general del estado de Oaxaca Héctor Joaquín Carrillo indicó a la agencia AFP que los investigadores no habían aún identificado un motivo.
Sanmartín indicó que Hernández era militante de un partido político izquierdista de la oposición, llamado MORENA, y también era un regidor de cultura en Santiago Jamiltepec. El colega que habló con el CPJ desde el anonimato informó que Hernández participaba en la política pero no era un militante muy prominente.
Una columna publicada en Noticias, Voz e Imagen de Oaxaca describió a Hernández como un periodista valiente, quien cubría una región dominada por la violencia política y, cada vez más, por los carteles de la droga. “Una y otra vez, incansable, Marcos Hernández Bautista, en las páginas de NOTICIAS revelaba el verdadero rostro de la Costa; de las aspiraciones de su gente, de sus luchas y conflictos no sólo con la delincuencia organizada sino con otros poderes de facto y funcionarios públicos corruptos y bajo sospechas de estar ligados con actividades del narcotráfico,” Amado Sanmartín Hernández escribió en el diario el fin de semana pasado.
Dos periodistas han caído en cumplimiento de su labor informativa en Oaxaca en los últimos 12 meses, según investigación por el CPJ. Filadelfo Sánchez Sarmiento fue asesinado a balazos en julio pasado, afuera de la estación de radio donde conducía un programa de noticias, en la municipalidad de Miahuatlán de Porfirio Díaz. Sánchez había recibido amenazas de muerte antes del ataque, según informes. En Mayo 2015, el cuerpo del periodista de radio Armando Saldaña Morales fue descubierto, con cuatro tiros en la cabeza, en el mismo estado.
La violencia vinculada al narcotráfico ha convertido a México en uno de los países más peligrosos para la prensa en el mundo, según la investigación del CPJ. Más de 35 periodistas han sido asesinados por su trabajo desde que el CPJ comenzó a documentar estos casos en 1992. El país figura octavo en el Índice de Impunidad del CPJ de 2015, que destaca los países donde los periodistas son asesinados y los responsables quedan libres.