Bogotá, Colombia, 8 de septiembre de 2014–La periodista colombiana Amalfi Rosales ha abandonado su hogar en la región norteña de La Guajira y está buscando protección por parte del gobierno luego de que hombres armados dispararan contra su casa y ella recibiera amenazas de muerte, según informes de prensa. Rosales indicó al Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) que las amenazas comenzaron luego de que informó sobre supuestos vínculos entre un ex gobernador del estado y grupos criminales.
“Es alarmante que la periodista Amalfi Rosales haya sido amenazada constantemente luego de informar sobre supuestas actividades criminales de altos funcionarios”, afirmó el coordinador senior del programa de las Américas, Carlos Lauría, en Nueva York. “Las autoridades deben investigar a fondo quiénes son los responsables de estas amenazas, asegurar que Rosales se encuentre segura y que pueda cumplir con su labor”.
Rosales, reportera del diario El Heraldo de Barranquilla, y corresponsal de la cadena de televisión Noticias Uno de Bogotá, señaló al CPJ que su casa fue objeto de varios disparos que ocasionaron la rotura de ventanas y penetraron la pared del frente de la propiedad en Barrancas, el 3 de septiembre a la una de la madrugada.
Rosales afirmó que abandonó Barrancas hacia Bogotá y está buscando protección de la Unidad Nacional de Protección del gobierno, que proporciona escoltas y medidas de seguridad para ciudadanos amenazados. Agregó al CPJ que aún no sabe con certeza cuando va a regresar.
Rosales fue amenazada originalmente en noviembre de 2013 luego de informar sobre problemas legales del entonces gobernador de La Guajira Juan Francisco “Kiko” Gómez, también ex alcalde de Barrancas. En octubre de 2013, Gómez fue arrestado acusado de asesinar a rivales políticos y por sus supuestos vínculos con organizaciones criminales. Gómez negó las acusaciones y alegó que habían sido fabricadas por sus enemigos, según informes de prensa.
Rosales informó al CPJ que cuando fue por primera vez amenazada, hombres armados en motocicletas se detuvieron frente a su casa, la insultaron, y la exigieron que se “callara la boca”, y la acusaron de ser informante del gobierno. Inicialmente ignoró la amenaza, pero en abril y mayo su esposo recibió mensajes de texto amenazando a Rosales. En junio, la periodista presentó una demanda penal ante la Fiscalía General.
Otro periodista colombiano y dos analistas políticos, que habían investigado los supuestos vínculos de Gómez con escuadrones paramilitares, acusaron al gobernador en 2013 de haber estado ligado con amenazas contra ellos. El periodista, Gonzalo Guillén, abandonó Colombia temporariamente por su seguridad, según informes de prensa. Gómez ha negado vínculos con los paramilitares.
Gómez, quien fue destituido de su cargo de gobernador y está en prisión esperando el juicio, ha negado haber efectuado amenazas contra periodistas, según informes de prensa.