Por segundo año consecutivo, Turquía encabezó la lista de países con mayor número de periodistas presos, seguida de cerca por Irán y China. La cifra de periodistas encarcelados a escala mundial disminuyó en comparación con el año pasado, pero se ubicó cerca de los máximos niveles históricos registrados. Un informe especial del CPJ elaborado por Elana Beiser
Publicado el 18 de diciembre de 2013
Turquía, Irán y China son responsables de más de la mitad de todos los periodistas presos alrededor del mundo en 2013, según datos recogidos por el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés). En su informe anual, el CPJ constató que 211 periodistas estaban presos por la labor periodística que desempeñaban, el segundo peor año del que se tenga registro, tras 2012, cuando 232 periodistas permanecieron en la cárcel.
Gobiernos intolerantes en Ankara, Teherán y Beijing acudieron predominantemente a los delitos contra la seguridad del Estado para silenciar, entre los tres países, a un total de 107 reporteros, blogueros y editores críticos. Turquía e Irán mantuvieron por segundo año consecutivo la distinción de ocupar el primer y el segundo puesto entre los países con mayor cantidad de periodistas presos, a pesar de que ambos excarcelaron a algunos en 2013. Por su parte, la cifra de periodistas encarcelados en China no varió. (Puede consultar información ampliada sobre cada periodista preso aquí.
La cifra de periodistas turcos encarcelados descendió de los 49 del año pasado a 40 este año, debido a que varios fueron liberados a la espera de juicio. Otros se beneficiaron de una nueva ley que les concedió libertad, por tiempo ya cumplido, a acusados que sufrieron de una detención prolongada a la espera de juicio. Además, otros periodistas fueron liberados después de que el CPJ cerrara su informe el 1 de diciembre. No obstante, las autoridades turcas mantienen en prisión a decenas de periodistas kurdos, a quienes acusan de terrorismo y otros delitos similares, así como a otros periodistas a quienes acusan de presunta conspiración contra el Estado. Las autoridades turcas se valen de artículos del código penal y leyes antiterrorismo que han sido redactados de manera amplia y vaga, para vincular la cobertura periodística sobre organizaciones proscritas con la membresía en tales organizaciones, según datos del CPJ.
En Irán, la cantidad de periodistas presos descendió de 45 a 35, debido a que algunas sentencias caducaron y el gobierno continuó con la política de excarcelación temporal de algunos prisioneros –quienes desconocen cuándo regresarán, o siquiera si regresarán, a la cárcel para cumplir el resto de la pena–. Mientras tanto, las autoridades iraníes continúan realizando arrestos y condenando a periodistas reformistas y miembros de minorías a largas penas de cárcel, a pesar de la elección en junio de un nuevo presidente, Hassan Rouhani.
En China, 32 reporteros, editores y blogueros permanecen encarcelados, la misma cifra verificada en 2012. Aunque varios periodistas –entre ellos Shi Tao, a quien el CPJ galardonó con el Premio Internacional a la Libertad de Prensa de 2005–, fueron excarcelados durante el año, una nueva ola de represión contra expresiones críticas diseminadas mediante la Internet, en particular denuncias de corrupción, conllevó a nuevas detenciones a partir de agosto. Eritrea, Vietnam, Siria, Azerbaiyán, Etiopía, Egipto y Uzbekistán completan la lista de los 10 países con mayor número de periodistas encarcelados.
Las autoridades egipcias apresaron a cinco periodistas en 2013, a diferencia de 2012, cuando ninguno estaba en prisión. Tras el derrocamiento del gobierno del Presidente Mohamed Morsi el 3 de julio de 2013, el nuevo ejecutivo instalado con el apoyo de las Fuerzas Armadas detuvo a decenas de periodistas nacionales y extranjeros, en particular aquéllos críticos del nuevo gobierno o con simpatías hacia Morsi y los Hermanos Musulmanes. Posteriormente la mayoría fueron liberados.
La cantidad de periodistas presos por el gobierno de Bashar al-Assad en Siria descendió de 15 a 12, pero el informe del CPJ no recoge datos sobre decenas de periodistas que han sido secuestrados y que se cree están en manos de grupos opositores armados. A finales de 2013, unos 30 periodistas estaban desaparecidos en Siria.
El único periodista preso en las Américas es un reportero de Estados Unidos. Roger Shuler, bloguero independiente que se especializa en denuncias de corrupción y escándalo en los círculos del Partido Republicano del estado de Alabama, estaba preso, acusado de desacato, por negarse a cumplir con una orden judicial relacionada con contenido juzgado como difamatorio. En los últimos años, el encarcelamiento de periodistas en las Américas es cada vez más raro: en 2012 un periodista fue encarcelado en Cuba y en 2011 el CPJ no documentó ningún caso.
A continuación aparecen otras tendencias y detalles que surgieron del análisis del CPJ:
- La cifra de 211 periodistas privados de libertad es comparable a la de 232 encarcelados en 2012, la mayor cifra jamás registrada por el CPJ. Antes de 2012, la mayor cifra registrada en el informe anual del CPJ era de 185, en 1996. El CPJ ha recopilado estadísticas anuales sobre esta materia desde 1990.
- En todo el mundo, 124 periodistas fueron acusados de delitos contra la seguridad del Estado, tales como la subversión o el terrorismo, y encarcelados. Las acusaciones sustentadas en dichos delitos superan por amplio margen a los cargos fundamentados en cualquier otro tipo de delito, como la difamación o el desacato, aunque su proporción del total coincide con las estadísticas recopiladas en los últimos años. En 45 casos, las autoridades no revelaron los cargos formulados.
- Vietnam mantiene en prisión a 18 periodistas, un incremento frente a los 14 del año pasado, debido a que las autoridades intensificaron la represión contra los blogueros, quienes representan la única prensa independiente del país.
- El número de periodistas privados de libertad también ascendió en Etiopía, Bahréin y Somalia.
- Además de Egipto y Estados Unidos, entre los países que no encarcelaron a ningún periodista en 2012, pero que sí aparecen en el informe de 2013, se encuentran Jordania, Rusia, Bangladesh, Kuwait, Macedonia, Pakistán y la República Democrática del Congo.
- Eritrea mantuvo la distinción de ser el país africano con mayor número de periodistas encarcelados, con 22, en comparación con 28 en 2012. Eritrea es el mayor violador del debido proceso a nivel mundial: ningún periodista preso ha sido acusado públicamente de la comisión de ningún delito, ni ha comparecido ante un tribunal de justicia.
- Los periodistas digitales constituyeron la mitad, 106, del total de periodistas encarcelados. Un total de 79 periodistas presos se desempeñaban en medios impresos.
- Aproximadamente la tercera parte de los periodistas presos en todo el mundo eran periodistas freelance, una proporción levemente inferior a la de años recientes. En 2012, el 37 % de los periodistas presos eran freelance.
El CPJ considera que los periodistas no deben ser encarcelados por su labor informativa. La organización les ha enviado cartas a las autoridades de cada país con periodistas presos y les ha expresado sus serias objeciones. En el último año, la labor en defensa de la libertad de prensa del CPJ conllevó a la liberación anticipada de por lo menos 39 periodistas presos en todo el mundo.
La relación de casos del CPJ refleja el total de periodistas encarcelados al 1 de diciembre del 2013 y no incluye a los numerosos periodistas que han sido encarcelados y liberados a lo largo del año. Los datos sobre esos casos pueden consultarse en www.cpj.org. Los periodistas permanecen en la lista de casos del CPJ hasta que la organización determina con razonable certeza que han sido liberados o han fallecido bajo la custodia de las autoridades. Los periodistas que desaparecen o son secuestrados por actores no estatales tales como pandillas o grupos de militantes no figuran en la relación de casos de periodistas encarcelados del CPJ. Estos casos se clasifican como “desaparecidos” o “secuestrados.”
Elana Beiser es directora editorial del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ).